Comerciantes que venden sus productos en los alrededores del mercado de San Miguel se quejan porque solo tienen un metro por lado de espacio para poder instalar su venta, y se vuelve imposible el distanciamiento social para evitar la propagación de coronavirus.
«Nos han dado un pequeño espacio para poder vender y el problema es que no solo es el espacio que tenemos, sino que a la par tenemos la otra venta y no podemos tener distanciamiento entre las demás vendedoras y clientes», expresó Ana Amaya, comerciante de frutas y verduras.
Otra vendedora dijo que en reiteradas ocasiones le han solicitado al alcalde Miguel Pereira y al administrador de mercados que entreguen los puestos tomando en cuenta que aún hay pandemia.
Se les olvidó que hay coronavirus y lo que han hecho es distribuir los puestos a lo loco. Hay que recordar que el virus aún está y nuestros clientes se fijan en eso, no nos van a venir a comprar si ven que los puestos de la par tienen clientes y hay muchas personas.
María Chicas, vendedora
El pasado 14 de octubre un grupo de empleados de la comuna llegó a los puestos a notificarles a los vendedores que les iban a asignar sus espacios.
En la zona del Complejo Educativo Aminta de Montiel, ubicado en la 4.ª calle poniente, hay más de 15 personas vendiendo sus productos.
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«Pasaron midiendo y marcando con pintura los puestos de cada quien. Prácticamente estamos un puesto sobre otro y cuando hay clientes, la gente que va pasando no logra ver el producto porque la que está comprando lo tapa», mencionó otra vendedora.
En conferencia de prensa ayer se intentó conocer la versión del alcalde migueleño Miguel Ángel Pereira; sin embargo, a través del área de comunicaciones de la alcaldía dijo que «en este momento no brindará declaración de ningún otro tema que no sea de la emergencia por el huracán ETA».