La violencia en El Salvador es un fenómeno complejo, el cual lleva años y cientos de estudios para no solo fundamentar su origen, sino también las posibles soluciones a su problemática, que está intrínsecamente relacionada con aspectos más amplios, como la cultura, la familia y la corrupción.
Desde mi experiencia personal, logré ver de primera mano cómo funciona la problemática de la violencia en nuestro país en distintos rubros, como la violencia intrafamiliar, las pandillas, el consumo y la venta de narcóticos, el crimen organizado, entre otros.
Muchos de estos problemas se fundamentan, como los estudios lo han indicado, en la desintegración familiar, la falta de educación y la pobreza, puntos en concreto que existen desde antes del conflicto armado y que siguen existiendo a pesar de haber pasado casi tres décadas desde la posguerra.
Muchos de estos fenómenos sociales se agravaron por los grandes actos de corrupción que caracterizaron los años en democracia, en los que la inversión en prevención, educación, salud y otros rubros no se hizo adecuadamente debido a los desvíos millonarios de dinero de las arcas del Estado a bolsillos de corruptos. El índice de desarrollo humano marca estos aspectos como parte de las acciones que generan una mejor calidad de vida para la gente, como también inculcar valores que ayuden a que la empatía sea parte de nuestra cultura.
En este orden de ideas y enunciados resulta poco lógico adjudicar la culpabilidad de los fenómenos relacionados con la violencia, directamente los hechos de las políticas recientes, si tomamos en consideración que la problemática social en cuanto a la violencia lleva gestándose casi 30 años, desde el final del conflicto armado. De lo que sí sé puede opinar es de los hechos irrefutables.
El primero, la violencia ha disminuido
No es ningún hecho sin fundamento, las estadísticas y la mejora en la calidad de vida de miles de salvadoreños lo respalda, como mencionaba antes es un fenómeno complejo y falta mucho trabajo por hacer, pero las medidas efectuadas con el Plan Control Territorial han logrado lo que nunca otros planes de seguridad pudieron. Es en esta línea de trabajo que centraremos el segundo apartado, que es uno de los puntos más criticados y es sobre el índice de personas desaparecidas.
Este fenómeno existe desde mucho antes del conflicto armado, pero es hasta hace pocos años que se comenzó a llevar de manera estadística, ya que no se llevaba un registro anteriormente, no porque el fenómeno no existiera; desde este punto las desapariciones han disminuido (desde que se lleva un registro), ya que se ha logrado evidenciar que gran parte del problema deriva de otras causales no relacionadas con la violencia, por ejemplo, de las desapariciones registradas en lo que va del año, más del 90 % han sido esclarecidas, y son casos de personas que huyeron de sus hogares, emigraron, entre otros, y lastimosamente muchos casos si terminaron en muertes violentas o continúan desaparecidos.
El segundo punto es la desinformación
A diferencia de hace pocos años, las redes sociales han evolucionado en nuestra sociedad, en algunos casos para bien, en otros para mal. Es en este último punto en el que quiero hacer énfasis. Gracias al contacto directo que proveen las redes sociales cuando una persona desaparece su caso se viraliza, como una herramienta para dar a conocer el suceso y dar con su paradero lo más pronto posible.
En algunos casos se confirma la aparición de las personas, pero el registro de esa desaparición queda, el cual después es usado para hacer ver como si esa persona siguiera siendo parte de los desaparecidos; y por otro lado se pueden crear y viralizar los rumores para desestabilizar y crear miedo en la población, como muchos pseudo medios de comunicación que no verifican sus fuentes y comparten escritos sin ningún tipo de evidencia o fundamento, por ejemplo:
«Este viernes reportaron que en los buses de la ruta 890 sujetos fotografiaron a mujeres jóvenes y niños por orden de una pandilla para ubicar las paradas donde se suben y bajan, con el fin de desaparecerlos después de romper la tregua con el Gobierno».
En menos de un minuto puedes crear un texto así, enviarlo a x medio y, de pronto, la gente lo da por un hecho real. Lastimosamente, en estos tiempos carecer de autenticidad es algo que ha caracterizado los rumores de internet, por lo cual informarse de medios fiables es la mejor opción. Las problemáticas existen, no se ocultan, se combaten y se demuestran resultados con hechos que evidencian que se está combatiendo el problema, los sucesos desafortunados pasarán y eliminar la violencia es un proceso complicado que no solo necesita de buenas ideas y ejecuciones maestras como las del Plan Control Territorial, sino constancia y estrategias articuladas en prevención, educación y demás. Estamos frente a un camino en el que se están tomando grandes decisiones en beneficio del país y las generaciones venideras, uno donde la seguridad se abre hacia el desarrollo y el progreso.
Es por ello por lo que hay que ser muy conscientes de un problema desde todos sus puntos, para ser objetivos al opinar sobre él, tener pensamiento crítico para dar a conocer nuestros puntos de vista desde una perspectiva que permita el diálogo y el consenso, en el que se enfrentan una tesis y una antítesis para llegar a una síntesis. Es así como se avanza en la sociedad.