Inmerso en la ciudad de Chalchuapa se encuentra uno de los centros arqueológicos más importantes del país donde habitaron algunas de las primeras civilizaciones de Mesoamérica: Casa Blanca.
Este sitio precolombino está ubicado en Chalchuapa, en Santa Ana. En su interior se observa la riqueza arqueológica maya, que conserva seis estructuras, de las cuales dos están excavadas; y las otras cuatro, en forma de montículo.
La ocupación de este sitio se calcula, según investigaciones, entre el período preclásico tardío y clásico, y fue protagonista de uno de los señoríos maya más desarrollados.
Actualmente, cuenta con 6 hectáreas de terreno, en la antigüedad era mayor, pero ha ido disminuyendo con el crecimiento de la ciudad de Chalchuapa.
Se especula que, en una de estas estructuras, en la parte superior, durante la época de mayor esplendor (400 a. C.- 300 d. C) hubo un templo, que después del 900 d. C. y luego de varios años de abandono pasó a ser un lugar de enterramientos, y Casa Blanca, en general, fue un centro de peregrinación.
De la última época, se han encontrado varios entierros con ofrendas y fragmentos de cerámica plomiza, asociada a los grupos nahuas que emigraron del centro de México al sureste de Mesoamérica.
Otra de las estructuras se cree que fue utilizada para hacer rituales, ya que se encontró un entierro múltiple con diversidad de ofrendas. Los objetos encontrados fueron un par de orejeras de barro, un disco de piedra, una escultura de piedra en forma de cráneo humano, dos vasijas de barro, 26 cráneos humanos, 28 cuentas de piedra verde y colorante rojo.
En la zona del entierro múltiple también se encontró una gran cantidad de dientes mutilados, algunos teñidos de negro, una costumbre estética de ciertas mujeres en algunas culturas mesoamericanas.
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