La viceministra de Relaciones Exteriores, Adriana Mira, se trasladó al caserío Los Amates, de Pasaquina, La Unión, una zona limítrofe con Honduras, para escuchar a los habitantes de la comunidad y dar seguimiento a las necesidades de los salvadoreños en los sectores fronterizos que fueron delimitados por la sentencia de la Corte Internacional de Justicia de 1992.
Durante el encuentro, la diplomática salvadoreña escuchó las peticiones de la comunidad, con el propósito de brindar soluciones y oportunidades para el desarrollo de estas familias que residen en estos sectores, quienes durante los gobiernos anteriores solicitaron este tipo de encuentros, pero no fueron escuchados.
«Estoy en la misión de visitar cada una de las zonas delimitadas, para conocer los avances y los retos que aún tenemos pendientes. Nos interesa escuchar y conocer sus inquietudes, para poder solventar las situaciones más apremiantes», indicó la funcionaria.

En esta visita, la vicecanciller constató las temáticas que requieren atención, y que están relacionadas a las áreas como educación, salud, movilidad, economía y otros aspectos de la vida cotidiana de la zona.
Asimimo, la comunidad también planteó la necesidad de ejecutar algunas obras en el río Goascarán, para evitar inundaciones en dicho caserío. En torno a esa petición, la viceministra Mira anunció que se han hecho las coordinaciones con el Ministerio de Obras Públicas (MOP), para iniciar en los próximos días, trabajos para retirar escombros que obstaculizan el cauce del río y que afectan la zona, en donde la mayoría de habitantes se dedican a actividades comerciales, pesca, agricultura y ganadería.
«Reitero la voluntad y el anhelo de esta administración para solventar sus necesidades», recalcó la diplomática.
Próximamente la cancillería comenzará en este lugar el levantamiento del padrón de identificación de personas para la extensión del carné especial de tránsito fronterizo seguro.