Años de espera, depresión, incertidumbre y un sistema judicial rectivimizante fue lo que tuvo que afrontar una joven de 23 años luego de haber sido abusada sexualmente por uno de sus «amigos». El hecho ocurrió la madrugada del 14 de abril de 2018, en unos apartamentos de la colonia Zacamil, en Mejicanos.
El pasado miércoles, el agresor, identificado como David Alejandro Menéndez Acosta, de 23 años, fue condenado por el juez del Juzgado Quinto de Sentencia de San Salvador a cumplir una pena de seis años en prisión. La condena se dio tres años y un mes después que Menéndez Acosta fuera denunciado.
Tras el fallo, la víctima decidió publicar su versión de los hechos, a través de su cuenta de Twitter, como un testimonio a través del cual busca dar valor a otras mujeres para que denuncien cuando sean atacadas.
«Me gustaría empezar recordándoles que las víctimas de abuso de cualquier tipo no hablamos cuando queremos sino cuando podemos hacerlo», inicia el hilo.
Todo comenzó la noche del 13 de abril del 2018 en la celebración de los cumpleañeros de abril de los compañeros de trabajo de la víctima. «Invité a mi «amigo» David junto a otros dos «amigos» con quienes me gradué de bachillerato», aseguró.
Durante la velada estuvieron tomando hasta que David comenzó a insistirle para que fumaran marihuana, «yo no quería al principio, pero terminé accediendo. Me puse un poco mal y terminé quedándome dormida en la sala de la casa de mi amiga».
Relató que David la convenció de irse, al llegar al apartamento de David habilitaron un cuarto para ella. Tras unos minutos David ingresó a la habitación y abusó de ella.
La víctima comentó que su cuerpo no respondía y que en su boca las palabras se ahogaban, incluso llegó a preguntarse si era efecto de las pastillas antidepresivas que tomaba combinadas con el alcohol.
«Cuando vio que estaba despierta, lanzó su peso encima de mí para asegurarse que no me moviera. Las lágrimas empezaron a caer una, tras de otra y yo susurraba «No, por favor. No quiero» una y otra vez. Como si no hubiese escuchado nada, siguió con su plan y terminó su cometido».
SECUELAS
Tras el abuso, la víctima quedó con hemorragias internas y laceraciones. «Salí casi que huyendo de ese lugar sin saber que hacer. Llegué a mi casa y me encerré en mi cuarto. No entendía que había ocurrido. «¿Realmente fue una violación? Es que no me golpeó y yo no fui capaz de forcejear», pensé».
El 16 de abril la víctima decidió denunciar a su supuesto «amigo». «Una creería que la peor parte ya pasó, pero se equivoca. El sistema se encarga de revictimizarte. Te atienden hombres (policías, doctores, investigadores) te hacen repetir una y otra vez la historia hasta el cansancio».
En junio del 2018, David fue capturado y el pasado miércoles tras un largo proceso fue condenado. El juez fundamentó su fallo en los resultados de los exámenes psicológicos y físicos, que mostraron que la víctima fue abusada y como consecuencia quedó afectada emocionalmente.
Luego de conocer la resolución, la víctima no dudo en publicar en su Twitter su satisfacción por finalizar un duro ciclo de su vida.
«Finalmente puedo decir con toda libertad ya que la sentencia del juez me respalda que David Alejandro Menéndez Acosta es un violador. Mil gracias a todas las que me han apoyado en este duro y largo proceso. Finalmente soy libre de ese agresor.», publicó la víctima.