Han pasado más de 20 años desde que ocurrió el terremoto magnitud 7.7 escala Richter que dejó 944 personas fallecidas en todo el país, afectaciones en más de 200,000 viviendas, como es el caso de la colonia Las Colinas, en Santa Tecla, La Libertad, cuyas casas fueron arrasadas por un deslave de tierra.
Sobrevivientes de ese desastre dicen que, hasta el momento, no han recibido ningún tipo de ayuda de los $10 millones de los fondos donados por Taiwán, los cuales fueron entregados al presidente de ese momento Francisco Flores [fallecido en 2016].
«Fue lo más nefasto de todo, que no logramos absolutamente nada», aseguró a Diario El Salvador Alejandro Flores, uno de los sobrevivientes de esa tragedia. El deslave que provocó el terremoto del 13 de enero de 2001 pasó a metros de su vivienda.
Parte de su casa quedó soterrada por varias toneladas de tierra que dañaron y destruyeron más de 200 casas en Las Colinas. Este ciudadano relata que él y otros de sus vecinos tuvieron que sacar de su bolsillo para reparar las viviendas. Los gastos en los que incurrió fueron de unos $3,000.
De los $10 millones donados para estas víctimas, $3 millones estaban destinados para el proyecto Viviendas Permanentes para Afectados del Terremoto de 2001, que servirían para la reconstrucción de casas.
Sin embargo, estos fondos nunca llegaron a las manos de las víctimas; las investigaciones de la Fiscalía General de la República (FGR) determinaron que parte de esos millones fueron robados por dirigentes del partido ARENA para financiar la campaña presidencial de Elías Antonio Saca [condenado en 2018 a diez años de prisión por corrupción].
Alejandro Flores, que por muchos años fue presidente de la directiva de vecinos de Las Colinas, recuerda cuando el expresidente Flores llegó a la comisión especial de la Asamblea Legislativa para dar cuenta de esos fondos.
«Yo tuve que ir a la Comisión Especial que estaba investigando los $10 millones, me citaron [en su calidad de representante de las víctimas] a la Asamblea Legislativa», explicó el ciudadano.
«Fui a explicar que de esos $10 millones nadie había visto nada», aseguró Alejandro Flores.