La victimización es un proceso psicológico en el que un individuo intenta engrandecer, exagerar o modificar los detalles de una historia, con el fin de que sea percibido como una víctima.
De acuerdo con la psicóloga Andrea Guzmán la victimización tiene mayor presencia en la cultura latinoamericana, siendo una especie de filosofía que ha venido dominando a la mayor parte de las sociedades.
«Se puede definir también como la negación de nuestra responsabilidad personal. En la psicología es una especie de mecanismo de defensa nada saludable que, en vez de proteger, empodera a las personas», dijo.
Guzmán que estas conductas existen en el campo psicológico y en el penal, que es cuando un sujeto es víctima de un delito.
Explicó que muchas veces la forma en la que quieren escudarse las personas que buscan dejar su responsabilidad mediante la victimización es tener un diagnóstico por un especialista para luego tener una excusa de sus acciones.
«Buscan escudar su compartimiento con un diagnóstico para luego decirle a las personas tengo un trastorno bipolar y por ello es mi comportamiento, y así librarse de la responsabilidad de manejar y controlar sus emociones», señaló.
Guzmán agregó que el crecimiento personal no es fácil ya que muchas veces las personas se rehúsan a tener ciertos comportamientos para permitir un cambio propio.
«El crecimiento personal a veces tiene una cara que no se ve en los videos de las plataformas sociales, sino que duele y cuesta. Uno debe de doblegar mucho su ego y trabajar a nivel interno», dijo
A causa de la barrera que las personas se colocan se tiene como consecuencia el victimizarse.
Guzmán señaló que las personas cuando en realidad son víctimas tratan de ocultarlo mediante el síndrome de superhéroe, es decir, mantener con firmeza que no le ha pasado nada.
Atención psicológica
En las terapias psicológicas se trabaja mucho el empoderamiento para que la persona comience a ser consciente de cuáles son sus responsabilidades en las situaciones donde se victimiza.
Además, a cada paciente se le plantean diferentes situaciones y problemas para que identifique cómo enfrentarlos mediante un círculo de acción, es decir, qué cosas puede controlar y cuáles no.
«Por lo general, las personas que se victimizan les echan la culpa a terceros, ya sea a sus familiares, amigos, parejas, al clima y otras cosas externas, pero nunca ven que ellos son los responsables. Entonces, se debe de trabajar en cómo y cuál es su poder para tomar acciones», dijo.
Durante las sesiones de terapia también se pide a los pacientes que identifiquen y reconozcan aquellas situaciones que han logrado superar solos, qué hicieron, es decir trabajar la autoconciencia.
La especialista dijo que, muchas veces, las personas buscan mejorar al reconocer que hay dos partes en los problemas o situaciones que viven, pero también hay otras que tienen un nivel de inconsciencia e ignorancia y tienden a tomar una postura mucho más enfermiza.
Las personas que optan recurrir por la segunda opción siempre buscan u obtienen un beneficio utilizando especies de escudos emocionales, donde siempre dicen ser las víctimas.
«Los padres influyen mucho desde la infancia en cómo nosotros nos comportamos. Probablemente el origen de la victimización viene desde ahí. Sin embargo, los adultos conscientes podemos tomar responsabilidad de vida, porque ya no dependemos de nuestros papás, sino que se puede actuar de forma distinta para cambiar los patrones de conducta», destacó la psicóloga.
Acciones
Posiblemente te has encontrado a una persona que no es capaz de ser responsable de sus acciones y quizás te has preguntado ¿cómo puedo actuar frente a una persona que se victimiza?
La especialista indica que «lo más importante es racionalizar lo que pasa. Primero se debe de extraer o quitarle el drama a la situación, verlo lo más objetivo que se pueda, como dicen “la realidad es neutra”, porque cada quien decide cómo tomárselo».
Después se debe analizar de qué forma la segunda persona puede contribuir para superar el drama del momento, así como evitar ambientes incómodos donde se alza la voz y los gestos también denotan mucho.
Un ejemplo de lo anterior ocurre en una pelea de parejas, cuando influye la manera de decir las cosas, el lugar donde se dicen o el mensaje no expresa de forma clara y se da paso a malas interpretaciones. De ahí que lo mejor es calmarse, reconocer si se cometió algún error y enmendarlo
«En la victimización casi siempre tenemos que aprender a ser responsables y ver las cosas que nos pasan lo más objetivamente», expresó finalmente Guzmán.
¿Cómo es una persona con victimización crónica?
Te compartimos algunas de las acciones que tienden a personas las personas que con mayor frecuenta utilizan la victimización.
- Pensamiento irracional y distorsionado que deforma la realidad
- Inestabilidad emocional
- Baja autoestima
- Comportamiento disfuncional
- Relaciones asimétricas cargadas de chantaje emocional, suspicacia y desconfianza
EL EMPODERAMIENTO COMBATE LA VICTIMIZACIÓN
La especialista detalló que las personas al verse en situaciones complicadas y que les generan un cuadro de estrés o ansiedad tienden a adquirir una actitud victimista.
Esto les permite quejarse de forma continua sin que les provoque ningún tipo de remordimiento al hacerlo.
Señaló que el empoderamiento se vincula con otros términos como el fortalecimiento, la potenciación, el reempoderamiento, todos en relación al poder. «Es considerado el proceso mediante el cual las personas logran el control sobre sus asuntos y ahí se dan cuenta de la función del poder dentro del contexto de sus vidas. Además, se aprovecha a desarrolla habilidades y capacidades para mejorar el control de las mismas», dijo.
Apuntó que el trabajar en esta parte, ayuda a incrementar la satisfacción y la confianza de las personas para que así ellas reconozcan los efectos de sus acciones, reduciendo así la resistencia al cambio.
Durante las terapias se formulan algunas preguntas básicas: ¿cómo estoy ahora?, ¿qué me gustaría cambiar?, y ¿qué puedo hacer yo para cambiar eso?
Esas interrogantes hacen reflexionar a las personas y se dan cuenta de que en muchas ocasiones tiene el poder de cambiar las cosas y de transformarse a sí mismas. «Todo ello implica un esfuerzo y se crea una incertidumbre, por lo que llegar a saber lo que queremos y conseguirlo no es una tarea fácil. Es por estos motivos que es necesario reflexionar, planear lo que vamos a hacer y llevar a cabo nuestra idea con fuerza e ilusión», señaló la psicóloga.