El aniversario de la primera muerte conocida a causa del nuevo coronavirus pasó desapercibido ayer en la ciudad de Wuhan, en un momento en que China intenta borrar su imagen de epicentro de la COVID-19.
El 11 de enero de 2020, China anunció que dos días antes se había registrado la primera muerte causada por el misterioso virus en la metrópoli de 11 millones de habitantes y también encerró al mundo.
Más de 1.9 millones de personas murieron desde entonces en el mundo debido a la pandemia de la COVID-19.
En Wuhan, al igual que en el restode China, la pandemia quedó controlada en la primavera boreal, y el balance oficial de 4,634 fallecimientos no varió desde mediados de mayo.
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En esta ciudad del centro del país, la primera en ser puesta en cuarentena el 23 de enero de 2020, los habitantes se dedicaban en la mañana del lunes a sus ocupaciones habituales.
Por su parte, los medios del régimen comunista silenciaban este primer aniversario.
«Wuhan es la ciudad más segura de China e incluso del mundo ahora», dice a la AFP un sexagenario, Xiong Liansheng, en un concurrido parque a orillas del río Yangtsé, donde los jubilados bailan o se dedican a hacer ejercicios físicos, algunos con mascarilla.
«Los habitantes son muy conscientes de las medidas de prevención. Incluso mi nieto lleva una mascarilla cuando sale y sólo tiene dos años», añadió Xiong.