Xi Jinping obtuvo el viernes un histórico tercer mandato como presidente de China tras una votación formal del órgano legislativo del país, que ratifica su condición de líder más poderoso en décadas.
El resultado de la votación de los diputados, anunciado poco antes de las 11H00 (03H00 GMT), fue inapelable: 2.952 votos a favor, cero en contra y ninguna abstención, celebrados con un sonoro aplauso de los parlamentarios reunidos en el Gran Palacio del Pueblo de Pekín.
No era un resultado inesperado dado que el parlamento está en la práctica subyugado al Partido Comunista (PCCh), que en octubre ya lo nombró por otros cinco años como secretario general y jefe de la comisión militar de la formación, los dos cargos de más poder en el país.
Único candidato al cargo, el dirigente de 69 años recibió un nuevo mandato como jefe de Estado, cargo que ostenta desde 2013.

Tras conocerse el resultado, tres militares uniformados descendieron por las escaleras de la enorme sala para colocar un ejemplar de la Constitución sobre un pupitre.
«Juro ser (…) leal a la patria y al pueblo (…) y trabajar duro en la construcción de un gran país socialista moderno que sea próspero, fuerte, democrático, más civilizado y armoniosor», prometió Xi con el puño levantado en su juramento, transmitido por las televisiones estatales en todo el país.
La Asamblea Popular Nacional (APN) reunida en Pekín también eligió al hasta ahora viceprimer ministro, Han Zheng, como vicepresidente en lugar de Wang Qishan.
Los diputados se concentraron en estas jornadas en un proyecto de reforma institucional que pretende reforzar al Ministerio de Ciencia y Tecnología y las capacidades de China en el sector digital.

Xi estableció como prioritario desarrollar estos sectores en busca de una autosuficiencia de China ante lo que Pekín contempla como una política «de contención» de Occidente para entrabar su desarrollo.
Xi Jinping se convertirá así en el dirigente con más años en el poder en la historia reciente del gigante asiático.
Bien entrado en la setentena cuando termine su tercer mandato, podría incluso aspirar a otro lustro como presidente si ningún sucesor creíble emerge en este tiempo.