En la vida los ciudadanos nos preguntamos qué es la cultura. Es un tema muy amplio y lo represento de la siguiente forma: las representaciones colectivas, las normas, los valores, los roles, los códigos, las ideologías, la comunicación de símbolos, las creencias, las costumbres, las conductas socialmente aprendidas, las estrategias de interacción con el medio, los usos del lenguaje, las instituciones, las formas de trabajo y las expresiones de identidad, las artes y las formas simbólicas de representación de la realidad.
Desde la antropología se ha trabajado el concepto de cultura. El antropólogo Edward Burnett Tylor, en 1871, fue el primero en hacer una referencia a la historia moderna con los conceptos de cultura y civilización, pero este mismo autor nos aclara que la sociedad es un concepto que abarca a los animales, y entre ellos se encuentran las termitas. La diferencia con el ser humano es que este tiene la capacidad psicobiológica de socializar sus conocimientos, es decir, que tiene los cinco sentidos y, por lo tanto, puede manifestarse mediante las costumbres (Bohannan y Glazer, 1993).
El significado de la palabra cultura tiene diversos significados, proviene del latín y hace referencia al cultivo en proceso de mejora. Se considera que aparece ligado al concepto de civilización (Hope y Mora, 2000).
La pandemia de la COVID-19 y las cuarentenas por esta nos han dejado una lección: en El Salvador, hemos tenido la experiencia de que los cristianos, católicos y evangélicos, transmitieron sus misas y cultos en las redes sociales; también los maestros impartimos nuestras clases en línea, otros decidimos «gamificar» las clases, tratando de llevar diferentes metodologías de la enseñanza en el aula. Desde mi experiencia como docente y antropólogo, identifiqué la necesidad de que mis estudiantes asimilaran que estamos en un proceso de socialidad y no de socialización.
La socialidad es la posibilidad de comunicarse mediante otras posibilidades; por ejemplo, como seres humanos, históricamente aprendimos a comunicarnos con el lenguaje verbal y no verbal (escrito, simbólico y corporal). Esto lo vivimos actualmente en esta pandemia de la COVID-19; las cuarentenas (políticas de salud de Estado) terminaron, pero el peligro al contagio sigue y no podemos visitar a nuestros familiares, y lo que sucede es que nuestros celulares, computadoras, tabletas, el internet y las redes sociales son utilizados para saludarnos, estudiar, aprender, hacer negocios, consultar al médico, etcétera. Esto lo hacemos mediante videos, lenguaje escrito y emoticonos.
La cultura es todo lo que el ser humano hace, y los salvadoreños debemos apostarle a esta como nuestra posibilidad de socializar, de coordinarnos por medio de la socialidad. Educarnos, aprender, realizar ritos, incluso aquellas acciones que conocemos como «malas costumbres» son parte de la cultura. Es común que en este contexto de pandemia de la COVID-19 nos encontremos mascarillas en el suelo. Lastimosamente, eso nos afecta y lo hemos aprendido en casa, por eso debemos transformar la cultura, y eso inicia en nuestras familias.