Alexánder Campos nace en la ciudad y puerto de La Libertad en febrero de 1963. A muy temprana edad radica en la entonces villa de Ozatlán, del departamento de Usulután, de donde su familia es originaria. Es un hombre que se destaca por su amor a la cultura, a la difusión y promoción de sus creaciones literarias, las cuales presenta al público de una forma original, usando su habilidad para declamar. Él graba todas sus declamaciones acompañado de un grupo musical, en un estudio de grabación.
Su vida y experiencia laboral han estado relacionadas a la asistencia humanitaria. En este contexto ha trabajado en programas nacionales e internacionales con enfoque social, como en la Financiera Nacional de Tierras Agrícolas, la Unión Europea y la Agencia Internacional para el Desarrollo. Es así como gracias a esta experiencia muchos de sus proyectos personales están enfocados a llevar el arte de la palabra, sus pensamientos y poesías a las poblaciones vulnerables y a los estudiantes de escuelas rurales y urbanas.
Por todo esto, Alexánder ha sido reconocido en el extranjero, por la Cadena Internacional de televisión Telemundo, en la ciudad de Houston, Texas, como Orgullo Hispano en el año dos mil.
También se ha destacado en el colectivo por su trabajo como promotor cultural a nivel centroamericano, algunas ciudades de México y de los Estados Unidos, y haber escrito más de veinticinco libros con distintos enfoques literarios: existencial, romántico, filosófico, humanista y realismo social.
Alexánder Campos es amante de quienes han consagrado su vida a las letras. Así Rubén Darío y Francisco Gavidia ocupan en su vida ese manantial inagotable de estrofas, ritmos y prosas.
La poesía es para Alexánder la fuerza del ser, una revelación y una esperanza que clama y busca más allá del límite.
De pronto, nos asusta con una representación teatral de su propia muerte cuando aparecen los fríos metales de una muerte única. Y casi de inmediato, nos llama a existir y romper los silencios, repetir estrofas de fuego y liberar pájaros enjaulados.
Vigila por la ventana abierta, pinta de colores los cuerpos y las cosas, peina las tardes con trenzas y a las noches les pinta lunas pálidas.
Yo le conocí hace mucho tiempo, recuerdo que fue en la Biblioteca Nacional de El Salvador, que se ubicaba en el viejo edificio del Banco Hipotecario, construcción que fue demolida para edificar la actual Biblioteca Nacional de El Salvador.
Pues bien, lo recuerdo en un homenaje a los escritores de la Generación Comprometida: Eugenio Martínez Orantes, Waldo Chávez Velasco, Irma Lanzas, entre otros. Luego volví a coincidir con él, después de muchísimos años, al participar como miembros del jurado de un certamen de poesía escolar y en una gira de poetas por dos escuelas públicas para recitar a cientos de jóvenes.
En los años 2017, 2018 y 2019 colaboró en un proyecto que yo dirigía, el cual consistía en ser parte de un recital de poesía inclusivo y accesible, donde todos los poemas fueron interpretados en lengua de señas y algunas de las personas invitadas que participaron tenían alguna discapacidad. Alexánder participó con mucho entusiasmo y respeto. Estos recitales tenían como objetivo sensibilizar sobre el derecho a la cultura de las personas con discapacidad, usando la literatura y la Lengua de Señas Salvadoreña. Se desarrollaron presentaciones en el Centro Cultural de España y en el Teatro Luis Poma. Gracias a este proyecto y a la participación de poetas como Alexánder pude sensibilizar desde esa organización sobre la importancia de la inclusión y accesibilidad en la cultura.
Después, en el año 2020, cuando el mundo entró en crisis por la pandemia los poetas y escritores no pudimos continuar de forma presencial estimulando a los jóvenes en la lectura y la creación literaria. Entonces, entramos a las plataformas digitales.
En esta etapa, pese al dolor y la incertidumbre, se dio un gran paso: los artistas, poetas y escritores nos comunicamos en las redes sociales de internet para conversar y saber cómo estábamos. Y luego iniciamos la escritura de algunos poemas colectivos en homenaje a quienes habían fallecido por la COVID-19 y fue en ese tiempo cuando Alexánder Campos y Jorge Canales me invitaron a formar parte del Colectivo Internacional Arte y Letras sin Fronteras. Espacio donde coincidimos infinidad de veces.
Debido a la pandemia emprendió su proyecto de elaborar báculos, signos de distinción y poder, elaborados de madera o metal. Para hacerlos utiliza ramas de mangollano, originario de la zona del Bajo Lempa, en Usulután.
En el 2023 volví a participar en uno de sus proyectos y le acompañé a diferentes escuelas en el departamento de La Paz. En esa ocasión pude gozar con la algarabía de los jóvenes al verle llegar, lo recibían como a un amigo y conocedor de la palabra. Grandes grupos de estudiantes hacían filas para conversar con él y comprar sus libros, los cuales le habían encargado con anterioridad. Cada libro era entregado en sus manos con una dedicatoria personal y un consejo de vida, un detalle hermoso y profundo.
En el 2024, de igual manera participé con él en otros eventos culturales como jurado. Es en este año cuando aparece «La poesía coral», con sonoros versos en las voces de los estudiantes de las escuelas públicas con formato de coros.
Alexánder, en sus charlas, evoca las canciones de Federico García Lorca y los «Veinte poemas de amor y una canción desesperada» de Pablo Neruda. Llama la atención sobre la necesidad de comprender la existencia de los símbolos poéticos en cada poeta. Y se hace llamar Símbolo Poético de El Salvador.
Alexánder ha recorrido todo el país para visitar las escuelas públicas, los docentes y estudiantes, para hablarles de poesía, amor y valores. Es un hombre incansable, un soñador fuera de serie, un poeta cantor que ha superado distancias y tempestades. Al ver su proyecto de vida considero que es digno de admirar por su perseverancia y su forma constante de educar y combinar su carrera de sociólogo y trabajador social con su vocación de poeta cantor.
Obras
Tiene más de 17 producciones discográficas y audiovisuales: trova, balada, bolero, filosófica. Es un hombre alegre, entregado a sus ideales y a la cultura.
Ha incluido más de 700 dichos y refranes guanacos, que son bien representativos en el lenguaje coloquial de los salvadoreños, y posee varios discos de recitales acústicos.
Su poesía ha sido musicalizada por intérpretes del país como Luis Mario Aquino, Federico de León, Luis Alonso Mejía y agrupaciones como la Orquesta Matices de El Salvador.
Desarrolló el proyecto: Leer para aprender a aprender, en el cual difundió la literatura en todos los niveles educativos de varios centros escolares de El Salvador, Nicaragua, Honduras y algunas ciudades de México y de los Estados Unidos.
Posee una enorme cantidad de videos en la plataforma YouTube: entrevistas, documentales y recitales que proyectan su labor artística, además publica también en otras aplicaciones de redes sociales. Es famoso por sus charlas literarias realizadas a lo largo y ancho del territorio nacional, con el objetivo de estimular la lectura en niños y jóvenes estudiantes.
Entre sus obras literarias se destacan: «Al otro lado de la mentira» y «El tren de la locura», dos libros de realismo social que abordan temas relevantes del acontecer político, económico y cultural del territorio salvadoreño; «Hecha la ley, hecha la Trampa» y el «Ensayo y poesía de realismo social y filosófica”.
Su compromiso poético se refuerza en sus libros «Con patada y mordida» y «Disparando tinta en el charco de la paz» y con el disco «Desde el exilio de mi intimidad».
Alexánder Campos plasma de forma creativa muchas de sus obras en soportes digitales, con el apoyo de amigos músicos y un estudio de grabación.
A finales del 2021 presentó dos obras más: «Juglerías» y «Pasión colateral».
«Pasión colateral» es poesía romántica. Esta producción se compone de 15 temas románticos. Tuvo el honor de ser acompañado por 16 músicos con creaciones antiguas hechas por Jorge Rivera, quien fue uno de los fundadores del grupo musical Fiebre Amarilla.
«Juglerías» se lanzó en dos versiones, en audio y otra audiovisual. Es un proyecto que contiene una decena de videos de muestras literarias con música en vivo y participan grandes músicos del grupo Xolotl, Matices y algunos de la Orquesta Sinfónica de El Salvador.
Otras obras de Alexánder Campos
– Para un nuevo romance
– Noches de pasión
– Disparando tinta en
el charco de la paz
– Viviendo del silencio
– Amor de hielo
– Las etapas del amor
– Con patada y mordida
– Capitulando la vida
– Lenguaje y literatura 1
– Al pie de la letra
– Perfiles del amor
– Lenguaje y literatura 2
– Una sola palabra