En El Vaticano, el Papa Francisco recibió en audencia especial al vicepresidente de El Salvador, Félix Ulloa, al arzobispo de San Salvador, monseñor José Luis Escobar Alas, y a una delegación de salvadoreños, que recibieron la bendición del máximo jerarca católico.
Esta Misión Oficial fue en un acto de agradecimiento al Sumo Pontífice por la beatificación del sacerdote Rutilio Grande, de fray Cosme Spessotto, y de los laicos Nelson Lemus y Manuel Solórzano.
«Los mártires, todos lo sabemos, son un don gratuito del Señor», como afirmaba el beato Cosme Spessotto, el más precioso don que puede dar Dios a la Iglesia, pues en ellos se actualiza ese amor más grande que Jesús nos mostró en la cruz», fue parte del mensaje de Su Santidad ante los salvadoreños.
«Yo sentí mucho la vida de estos mártires, la viví mucho, viví el conflicto de pro y contra. Y es una devoción personal», añadió.
El vicepresidente Ulloa agradeció al Papa Francisco por la deferencia de atender a la delegación salvadoreña, y le expresó en nombre del Presidente Nayib Bukele, del Estado, y del pueblo salvadoreño por las beatificaciones.
Ulloa le expuso al jerarca católico que en El Salvador se está trabajando por devolverle la paz a la población, misma que durante el conflicto armado y los años posteriores le fue arrebatada.