Mantenerse en «estado de alerta» es el llamado que la Oficina Regional para América Latina y el Caribe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) hizo recientemente debido a que prevé afectaciones para el 2024 y así disminuir su impacto.
Los efectos de lo que podría ser una nueva temporada de gripe aviar fueron considerados durante la III Reunión Regional de Respuesta ante la Emergencia de Influenza Aviar Altamente Patógena (IAAP) celebrada en Chile, misma que finalizó el jueves pasado y en la que participaron los delegados de los servicios veterinarios oficiales de Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Honduras, Panamá, Perú y Venezuela, además de altos representantes de la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA) y de la Organización Panamericana de Salud (OPS).
«El objetivo fue dar seguimiento a la emergencia de la influenza aviar altamente patógena en la región de América Latina y el Caribe, con la intención de fortalecer a los servicios veterinarios oficiales a través de la cooperación y la colaboración entre los distintos países», indicó la FAO en un comunicado.
De acuerdo a los análisis de la FAO, esta nueva temporada de migración de las aves que viajan desde el norte del continente hacia el sur, tiene una alta probabilidad de mantener un comportamiento similar a la pasada. En Estados Unidos se contabilizaron cerca de 100 nuevos brotes en los últimos 30 días y en México se ha registrado una recurrencia del virus H5N1 en el Estado de Sonora desde octubre de 2023, existiendo el riesgo que sigan ocurriendo nuevos eventos en el futuro próximo.
«Ha sido un año de mucho trabajo por la emergencia, pero a su vez de aprendizaje y colaboración. Este grupo de países atendió el llamado de la FAO para abordarla como una enfermedad de carácter regional. Gracias a la colaboración transparente y activa, con datos reales, hemos podido sugerir medidas que benefician a toda la región, construyendo una hoja de ruta para mantener el riesgo de introducción y diseminación en niveles controlados», aseveró Andrés González, Oficial de Ganadería Sostenible, Sanidad y Biodiversidad Animal de la oficina regional de la FAO para América Latina y el Caribe.
Ante esto, la FAO ha hecho un fuerte llamado a los países para mantener el estado de alerta y colaborar con los sistemas de notificación para afrontar de mejor manera la emergencia regional por la enfermedad.
«La Influenza Aviar Altamente Patógena no ha demostrado impactar a la salud humana por el consumo de carnes o huevos de las aves (solo se han registrado dos casos en Sudamérica por contacto directo con aves enfermas), pero si genera un potente golpe a los medios de vida de millones de productoras y productores ganaderos del continente», señaló la FAO.
Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que la mayoría de los virus influenza que circulan en aves no son zoonóticos. Sin embargo, algunas cepas de la influenza aviar altamente patógena «tienen la capacidad de infectar a los seres humanos, representando una amenaza para la salud pública».
Por otra parte, el estado de Rio Grande do Sul, en Brasil, confirmó la muerte de 942 mamíferos marinos, una cifra sin precedentes, como consecuencia de la infección por influenza aviar de alta patogenicidad (IAAP), que este año se ha registrado por primera vez en el país sudamericano.
Además de los brotes entre aves marinas, focas y leones marinos, las autoridades han recogido muestras de marsopas y pingüinos muertos encontrados en las playas, sin resultados confirmados hasta el momento.