El cortejo fúnebre con los restos de Mario Vargas Llosa fue trasladado la tarde del lunes a un crematorio de un cementerio de Lima desde su vivienda donde era velado en privado por familiares y amigos.
La carroza de color negra salió de su casa en el distrito limeño de Barranco seguida de una caravana de autos y periodistas hasta un crematorio del ejército peruano en el sur de Lima. A través de la ventana del coche funerario se pudo observar el ataúd de madera color marrón.

Los restos del autor de obras consagradas de la literatura universal como «Conversación en la catedral», «La guerra del fin del mundo» y «La fiesta del chivo» serán incinerados por deseo expreso de Vargas Llosa que dejó instrucciones a su familia sobre su funeral.
Vargas Llosa murió el domingo en su casa, pero la familia no indicó la hora ni las causas del deceso. Sin embargo era público que el escritor tenía problemas de salud desde que volvió a la capital peruana en 2024 tras dejar Madrid.