El nombre de Rafael Burgos se borró del firmamento futbolístico por un tiempo. Pero a inicios de este año, el atacante reapareció, para ponerse la camisa de Platense, uno de los proyectos prominentes en la segunda división. El amarillo y negro de los viroeleños cuadró con el juego del atacante nacional para iniciar un trato que hasta la fecha sigue en pie.
Una plática con el timonel nacional Guilelrmo Rivera, fue suficiente para que Burgos pisara la grama del Panorámico e intentara convencer con su juego a la hinchada de Platense, que acumula cuatro décadas de ausencia en el circuito mayor.
Burgos está a sus anchas ahora en Zacatecoluca. Se entiende bien con los viroleños, porque nació en San Pedro Nonualco, que también pertenece a La Paz. Por esa razón , el delantero nacional se ha comprometido con la afición gallera en cuanto a que este domingo, Platense volverá a la primera división para tomar la plaza 12 desde el Apertura 2021.
«Se viene esta final, algo que Platense viene peleando desde hace tiempo y yo quiero ser parte de esta historia de Platense y primero Dios, podamos subir al equipo. Le queremos dar esta alegría a esta afición que se lo merece. De local o de visita , nuestra gente siempre llenaba los estadios. Esta afición ha confiado en mí. Será bonito poder subir al equipo de una vez», externó el delantero del equipo gallero.
Luego, en el camerino de Platense, Burgos, con 33 años de edad, alza la mano para la función de líder, el que encabeza el discurso ante cualquier situación. El traje le queda a la medida a Burgos.
«Soy el de mayor experiencia, pero tiene un poco de presión, porque todos los ojos están puestos en mí. Todos los jóvenes quieren ser como uno, me lo han comentado y debo darles el ejemplo. Trato de llevar bien el camerino. La experiencia adquirida dentro y fuera del país me ha servido mucho», dijo Burgos a «Diario El Salvador» mientras cuenta los días para que llegue el domingo y disputar la final ante Destroyer.