Un adolescente en Brasil asesinó a tiros a sus padres y a su hermana luego que le quitaran el teléfono celular. El propio joven fue quien confesó el crimen a las autoridades policiales y narró con detalles lo acontecido, según señalan medios internacionales.
El adolescente, de 16 años de edad, se entregó a la Policía Militar en la madrugada del pasado lunes y confesó haber atacado con arma de fuego a sus padres y a su hermana, de la misma edad, porque le confiscaron su teléfono celular, lo que le impidió hacer una presentación escolar.
El hecho ocurrió en Sao Paulo. Los padres, de 57 y 50 años de edad, habían tomado el teléfono celular tras una fuerte discusión ocurrida el día jueves, cuando sus padres señalaron que procederían con la confiscación del teléfono del joven a manera de castigo.
Esto provocó que el viernes el adolescente cometiera el crimen y mantuviera los cadáveres en la vivienda durante el fin de semana, hasta la madrugada del lunes, cuando confesó el crimen. El triple homicidio fue cometido con el arma reglamentaria de su padre, quien es guardia municipal.
Medios internacionales señalan que las autoridades ya remitieron al joven a un centro de detención y que será procesado por los delitos de homicidio, feminicidio, portación ilegal de un arma y de vilipendiar un cadáver. Durante su confesión, aseguran las autoridades, el joven no mostró signos de arrepentimiento.
Las autoridades han señalaron que el joven asesinó a su padre de un disparo en el cuello mientras estaba en la cocina. La confesión del joven asegura que el plan original era asesinar únicamente a su padre, pero que su hermana se asustó al escuchar el disparo y, al verla como testigo del hecho, subió las escaleras y le disparó en el rostro.
Tras esto, el joven fue al gimnasio a ejercitarse y, luego, volvió a casa a esperar a su madre. Al verla llegar del trabajo, le disparó por la espalda y, posteriormente, apuñaló el cuerpo inerte de su progenitora.
Durante el fin de semana, el joven convivió con los tres cadáveres hasta que, el lunes por la madrugada y ante el inminente estado de descomposición, llamó a la Policía, quienes encontraron el arma homicida en la mesa de la sala junto a los cuerpos.