La Asamblea Legislativa declaró esta noche con 59 votos Estado de Emergencia a escala nacional durante un plazo de 15 días, debido al riesgo o peligro provocado por las lluvias intensas que iniciaron el fin de semana y que están pronosticadas para los próximos días.
El presidente de la República Nayib Bukele realizó la petición a la Asamblea Legislativa sobre dicha declaratoria con base a las advertencia efectuadas por la Dirección General de Protección Civil.
El Estado de Emergencia habilita a la Dirección de Protección Civil para utilizar todos los métodos que le brinda la ley para evacuar obligatoriamente a la población que está en riesgo, la cual deberá acatar las disposiciones de las autoridades.
También permite gestionar con entidades públicas o privadas infraestructura que sirva como centro de acopio y albergue temporal para la población afectada.
El Estado de Emergencia también establece que instituciones como el Ministerio de Obras Públicas ejecute tareas de remoción de escombros y rehabilitación de infraestructura dañada por las lluvias.
Además, implica que la Policía Nacional Civil, la Fuerza Armada y los diferentes cuerpos de socorro participen de forma ágil y oportuna en la evacuación de personas. Del mismo modo, las instituciones de seguridad deben garantizar la protección de los bienes de los afectados por las lluvias.
El decreto aprobado por los legisladores también autoriza a las diferentes instituciones de Gobierno para administrar fondos y trasladarlos para mitigar los efectos del fenómeno meteorológico.
«Estas lluvias pueden causar estragos, inundaciones, deslizamientos y es nuestro deber como representantes del pueblo actuar con prontitud y responsabilidad. Como legisladores debemos estar a la altura de las circunstancias», expresó Caleb Navarro, diputado de la bancanda cian.
El artículo 24 de la Ley de Protección Civil, Prevención y Mitigación de Desastres establece que en el país puede decretarse Estado de Emergencia cuando el riesgo o peligro provocado por un desastre para las personas, sus bienes, servicios públicos o ecosistemas lo ameriten.