Se conoció hace algunos días el penoso caso del alcalde de San Salvador Este, José Chicas, por denuncias de abuso animal, que ya regula el decreto 276, el cual contiene la Ley Especial de Protección y Bienestar Animal, de la que se deriva la Política Nacional de Protección y Bienestar de Animales de Compañía y Animales Silvestres, y se crea el IBA (Instituto de Bienestar Animal), que tiene funciones ejecutivas en su conjunto.
El alcalde, dicho sea de paso, ya fue destituido, y lo que suena raro es que un concejal del FMLN prácticamente salió en su defensa, dejando en claro que el ahora exalcalde es uno de los «caballos de Troya» que se activan para tratar de generar desestabilización desde el interior de las instituciones de Gobierno. Es así como uno más es descubierto y su ADN queda expuesto ante la población; es decir, no se le quitaron las «mañas» en su accionar. Ahora representa un triste pasado para San Salvador Este (sector que tiene mala suerte; solo alcaldes raros le han tocado).
La situación de maltrato animal atribuido al exalcalde generó una posición muy fuerte, muy contundente, por parte del presidente de la república, al anunciar por medio de un mensaje en su cuenta de X que se cerraba el hospital para mascotas, Chivo Pets, así como el Instituto de Bienestar Animal y el desmontaje de la Poli Pet; no obstante, la población comenzó a pronunciarse al respecto y pidió al mandatario salvadoreño reconsiderara la decisión anunciada.
Es allí donde se identifica a un presidente que escucha a su gente y que además lee e interpreta los intereses y necesidades de la población, lo cual constituye una característica de un verdadero estadista. Reconsidera su posicionamiento y ordena la reapertura del Hospital Chivo Pets y todo el andamiaje y estructura de acompañamiento, hecho que la población agradece, pues las mascotas no son solo animales, son parte de una familia y, por consiguiente, merecen todo el apoyo para mantenerse fuertes y sanos.
Se escuchan «voces disonantes» que manifiestan que, de llegar al poder, cerrarían dicho hospital, es decir, mantienen una agenda no contra el presidente Bukele, sino más bien en contra de la población, la cual, según reportajes periodísticos, está agradecida, pues esta iniciativa genera un ahorro sustancial a la economía familiar, pues cada tratamiento cuesta únicamente $0.25, y se puede constatar un día después de la reapertura el caso de un usuario que llevó a su mascota a servicios de emergencia y por todo lo que le hicieron a su mascota podría haber costado más de $300, pero en Chivo Pets costo únicamente $6.25. Eso es de verdad pensar en la gente y en su bienestar social y económico, además de todos los servicios que Chivo Pets ofrece, pues incluye hasta estética canina.
Un elemento por considerar es que el anuncio hecho por el presidente es que apoyará a los refugios privados de animales e incrementará para tal efecto el presupuesto para apoyar refugios y la ampliación de los servicios que ofrece Chivo Pets. En este contexto surge una iniciativa ciudadana, por el hecho de que a Chivo Pets llevan mascotas de todo el país. Ahora la gente solicita al presidente Bukele que instale un Chivo Pets en occidente y otro en oriente.
Es evidente que la visión humanista del presidente Bukele traspasa cualquier iniciativa y la población espera con muchas ansias que Chivo Pets se convierta en un referente mundial de amor y de respeto a las mascotas, así como los CUBO, Surf City, estadio Mágico González, evento Miss Universo, Plan Control Territorial y su consiguiente éxito contra las pandillas, renegociación de la deuda pública.
La lista es larga, pero el 90 % de la población se siente agradecida con un gobernante que escucha, que resuelve y que conduce al país hacia un despegue económico sin precedentes.