En las últimas horas, las declaraciones de Zaira Navas en la entrevista Mix de Medios han levantado el polvo. Para la exinspectora general de la PNC en tiempos del FMLN, los millares de pandilleros en las cárceles son una carga para el Estado, por lo que su «lógica» deducción es que sean liberados.
Esta exfuncionaria efemelenista —que durante su gestión se dedicó a perseguir a policías que no provenían de las filas de la exguerrilla— se contradice en sus argumentos porque no solo dice que tenerlos presos «le cuesta a El Salvador», sino que también asegura que el «Gobierno no les garantiza su alimentación, no les garantiza su salud».
Afirma, además, que se trata de jóvenes pobres. Dice que lo que hay es una «percepción de seguridad», pero que se debe liberar a los mareros detenidos.
Es increíble cómo retuerce la realidad para exigir la liberación de criminales. La mejor prueba de que son delincuentes es que con ellos presos El Salvador es ahora un país en paz y con seguridad. La desarticulación de las pandillas por parte del Gobierno del presidente de Nayib Bukele es uno de sus éxitos más palpables, admirado internacionalmente y por lo cual los ciudadanos sienten un profundo agradecimiento.
No en balde el 70.2 % de los salvadoreños tiene confianza en el Gobierno del presidente Bukele, porque ha cumplido su promesa de volver al país en el más seguro del hemisferio.
A los aliados de las pandillas se les pasa por alto que el delito más grave, el asesinato, ha caído de forma brutal. ¿O será acaso que la exinspectora añora los días con más de 50 homicidios que hubo cuando el FMLN fue Gobierno?
El presidente Bukele ha sido muy claro en que en su Gobierno se prioriza el respeto y la garantía de los derechos humanos de los ciudadanos honrados y trabajadores. No tiene sentido premiar con privilegios en cárceles a los criminales que asesinaron, extorsionaron, violaron y descuartizaron a salvadoreños.
El régimen de excepción ha demostrado ser efectivo para combatir la delincuencia y por eso despierta tanta esperanza a lo ancho y largo del continente. Ha permitido enviar a prisión a los mareros, lo que constituye uno de los pilares de la tan ansiada paz que vive hoy El Salvador.
Exigir la liberación masiva de delincuentes no tiene sentido y solo busca reactivar el Estado criminal que existía previamente. ¿Qué ganan los activistas del FMLN con reinstaurar el terror de las pandillas?