Después de radicar 35 años en Estados Unidos, Leonel Hernández regresó al territorio salvadoreño con su esposa de nacionalidad española y su hija para establecer una granja avícola en el distrito de Moncagua, en San Miguel Centro, atraído por el campo y el amor hacia los animales.
Leonel, de 53 años, originario de San Alejo, La Unión, encontró una vieja granja en desuso en el cantón El Rodeo, de Moncagua, a la que decidió apostarle. Después de dos años de administrarla desde la nación estadounidense la familia optó por mudarse para estar al frente del emprendimiento.
«Nos motivó la situación del país, la seguridad, que es lo principal en un país, te inspira a venir y además estás en tu tierra y viendo que la teníamos abandonada [la granja] y era una pena tenerla así», comentó Hernández.
El salvadoreño recuerda que cuando emprendió el viaje a Estados Unidos era un joven de 17 años y no pensó en regresar. Con los años decidió buscar un nicho donde invertir en su tierra natal, pero los niveles de inseguridad que se vivieron en el pasado lo detenían.
«La situación del país daba un poco en qué pensar y no encontrábamos algo que en realidad nos convenciera, hasta que encontramos la granja», recordó.
Comenzaron la reconstrucción de dos grandes galeras, seguido de la crianza de gallinas de engorde y ponedoras,
«Teníamos 300 gallinas, ahora son 400, y creo que pronto vamos a tener un lote de 1,000 ponedoras. Luego, nos dio el gusanito de los cabros para comercializar productos lácteos de leche de cabra», comentó.
Los productos obtenidos de la granja, como pollos, huevos, leche de cabra y sus derivados, los comercializa mediante Facebook con el nombre Granja El Rodeo, que está a cargo de Sandra García, esposa de Leonel.
«Desde la primera vez que vine a este país hace 17 años dije: “Me quiero venir a vivir a este país”. Pero no era el momento y una vez que compramos la granja estaba deseando venir. La vida del campo es lo que nosotros queríamos, queríamos esta paz, estamos empezando de cero, pero esperamos que nos vaya bien y podamos vivir de esto», manifestó Sandra.
En el terreno también han sembrado árboles de cítricos y frutales de diversas variedades, además, en la búsqueda de fortalecer la granja han proyectado la construcción de un reservorio y la diversificación agrícola.