Decenas de migueleños se reúnen todos los viernes por las noches para salir a caminar y cruzar colonias y cantones en los que todavía antes de 2022 era impensable pasar en el día, mucho menos por las noches, por el control que ejercían los grupos de pandillas. Vamos a Caminar es una iniciativa promovida por José González, un guía de montaña de San Miguel que junto con un grupo de amigos decidió crear rutas de caminata por calles y caminos que conectan las colonias y los cantones de la ciudad.
«El objetivo es motivar a las personas para que salgan a caminar, aparte de distraerse y ejercitarse, pues conocer puntos específicos que a veces la gente no conoce.
Por ejemplo, aquí tenemos muchos nacimientos de agua, y hemos llevado a personas y les han gustado mucho, porque son lugares que aparentemente no tenemos», explicó González.

Este proyecto de ejercicio y turismo nocturno nació hace un poco más de un mes, pero poco a poco se ha ido dando a conocer entre los migueleños, y los últimos viernes han sido más las personas que se han sumado a recorrer calles urbanas y rurales de la ciudad, que también podrían ser rutas alternas para evacuar la ciudad al momento de una emergencia.
La caminata del pasado viernes 11 de abril transitó colonias y cantones de San Miguel que durante varias décadas fueron estigmatizadas por la fuerte presencia de pandillas, entre ellas, La Presita, Línea Férrea, La Pradera, cantón Las Pampas, 15 de Septiembre y La Prados.
«Hoy está bastante excelente porque a mí siempre me ha gustado andar en bicicleta o caminando y sí antes era bastante peligroso, pero hoy ya he andado estas zonas y todo seguro», comentó Carlos Guevara, quien acudió junto con toda su familia.
La caminata de cada viernes es hacia una ruta plana diferente que contempla un tramo de 8 kilómetros, los cuales se caminan en un lapso de tres horas a partir de las 7 de la noche. Hasta el momento han recorrido rutas hacia el distrito de Quelepa, el cantón El Obrajuelo, hacia Montegrande y el de Las Pampas.

La cantidad de participantes que ha asistido varía cada viernes, pero hay rutas a las que se han sumado alrededor de 200 personas de diferentes edades, pues durante el recorrido se van haciendo paradas para esperar a los que se van quedando atrás.
«Es una bonita experiencia, bastante recreativo y sano para hacerlo. Y yo realmente esta zona que hemos recorrido no la conocía, y para los que tenemos un horario laboral a esta hora se nos hace bastante factible», dijo Marisol García, una migueleña que participó por primera vez.