La reelección de Daniel Noboa como presidente de Ecuador en la segunda vuelta de las elecciones celebradas la víspera se debe a un «voto de confianza» a su política de mano dura contra el crimen organizado, consideraron hoy lunes analistas.
Un día después de los comicios, distintos análisis coinciden en que los votantes apostaron por el continuismo de Noboa, quien ha logrado capitalizar el hartazgo de la ciudadanía frente a la inseguridad y generar grandes expectativas sobre el futuro del país.

Noboa, de 37 años, que se autodefine de centro izquierda, fue reelegido con el 55,65 % de los votos, con el 97,79 % de las actas válidas escrutadas por el Consejo Nacional Electoral (CNE) hasta el corte de las 2:00 p.m hora local.
Se trata de una ventaja de más de 11 puntos frente a su rival opositora Luisa González, que tiene el 44,37 % de los votos, resultados que reflejan la polarización que vive el país andino.
En entrevista con Xinhua, el analista Alberto Acosta Burneo, afirmó que la reelección de Noboa, para el periodo 2025-2029, se debe a dos factores.

«La reelección de Noboa es realmente un voto de confianza a su política, sobre todo, de combate a la inseguridad, pero también a un voto contrario, negativo, a las propuestas del ‘correísmo’ representando por su rival Luisa González», del movimiento Revolución Ciudadana, expuso.
Según el analista, Noboa tiene el desafío de aprovechar el respaldo conseguido para avanzar en políticas que logren acelerar el crecimiento económico en 2025 y concretar resultados en la lucha contra la inseguridad que sean valorados por la población.

«Tiene grandes desafíos porque hay altas expectativas, no es un respaldo masivo a su política, pero sí un punto de partida sólido para su nueva Presidencia», razonó.
En ese sentido, dijo que es necesario que Noboa demuestre resultados en ambos frentes para poder capitalizar el respaldo recibido en el balotaje.
Por su parte, la consultora y analista política, Yanina Mondino, dijo en la televisión local que la ventaja que consiguió Noboa, «no es un cheque en blanco, sino más bien es una ratificación, es un voto de confianza».

«En este electorado tan heterogéneo que apostó por esta reelección es probable que a partir del día de hoy las exigencias comiencen a subir porque la realidad es que el Ecuador atraviesa por una múltiple crisis, de seguridad, económica, social», subrayó.
Reflexionó que los primeros 100 días del nuevo gobierno que Noboa empezará el próximo 24 de mayo, serán de «continuidad» y deberá tomar rápidas decisiones políticas en virtud de la gobernabilidad.
A su vez, la analista política y especialista en estrategias de comunicación, Stephanie Macías, analizó en la televisión local que el triunfo de Noboa se debe a una estrategia de campaña que apostó a «la movilización del voto anticorreísta».
Señaló que el popular mandatario, mostró una faceta de estadista y mantenía una narrativa del «correísmo» y «anticorreísmo», que ha marcado una división política en Ecuador, un país agobiado por una crisis de seguridad sin precedentes.
La analista dijo que en la elección pesó la robusta presencia de ambos candidatos en territorios clave y la campaña digital en redes sociales, donde Noboa es muy activo.
Según los especialistas, la reelección consolida a Noboa como un actor clave en el escenario político nacional y marca un nuevo hito en su carrera política, tras 16 meses en el poder al que llegó en noviembre de 2023 luego de ganar de manera sorpresiva la presidencia en unos comicios anticipados.
De acuerdo con el conteo oficial del balotaje del domingo emitido por el CNE, Noboa ganó en 19 de las 24 provincias del país, especialmente en la Sierra y la Amazonia, mientras que González en cinco provincias históricamente afines al «correísmo».
Noboa, quien incluso sumó el apoyo de los migrantes en el exterior, logró ser reelegido a pesar de haber desarrollado una gestión turbulenta con un recrudecimiento de la violencia, problemas económicos y una grave crisis de electricidad.