El libro «Esplendor del oro azul. Añil, demografía y poder en San Vicente y San Miguel de la provincia de San Salvador del Reyno de Guatemala (1750-1810)», es una investigación del arqueólogo y doctor en historia Heriberto Erquicia que busca entender cómo el añil transformó la sociedad salvadoreña.
El libro está basado en la tesis doctoral del autor, por lo que incluye el componente de investigación multidisciplinar, donde se utilizó como fuente de información la arqueología histórica y los archivos.
¿Por qué el nombre del libro?
El nombre de libro es añil, demografía y poder porque detrás de eso hay un poder no solo político sino económico y social. En la cúspide estaban los comerciantes, grandes productores, y luego los que se llamaron poquiteros, que eran los campesinos que cuidaban su añil como que fuera su jardín. Entonces, daban la calidad del añil.
¿Sobre qué trata el libro?
El libro trata sobre la historia del añil, del espacio que ahora llamamos El Salvador ente los 1750-1810. Muchos pueden preguntar ¿por qué ese tiempo? Pues en ese período fue el mayor auge de la producción, exportación y comercio del añil.
Hay que tener en cuenta que el añil se extrae de una planta que se llama jiquilite que es de origen mesoamericano.
Cuando los españoles vienen y lo encuentran dicen: «Queremos ver cómo podemos utilizar esta planta de manera industrial para tener un mayor provecho».
Y es ahí donde se empiezan a utilizar los obrajes añileros que es donde se comienza a extraer la tinta del añil, es decir, el índigo a partir de una masificación.
Además, se habla sobre los obrajes añileros, es decir la tipología que se utilizaba, uno de ellos era que las personas son quienes mueven la tinta en las pilas y otras son los industriales que se mueven por medio de la energía hidráulica.
Se debe de recalcar que el añil llegó a convertirse para San Salvador y Sonsonate (las dos provincias), en 1824, es decir hace 200 años, su fortaleza, porqué fueron los mayores productores de añil. Antes, geográficamente era conocido como el oriente guatemalteco.
También se habla sobre las haciendas añileras, que no solo producían el añil a través de los obrajes, sino que muchas veces en ellas habitaban las personas que lo producían, que al inicio era gente esclavizada. Un dato que se menciona es que a los indígenas les estaba prohibido trabajar en el añil porque era un proceso muy dañino para la salud, porque durante el proceso se da la fermentación del agua y eso podía traer consecuencias.
¿Cómo se estructura el libro?
El libro está dividido en cuatro capítulos. El primero habla de ese contexto geográfico de la provincia, habla también de la parte socioeconómica, porque también hay otros productos como el ganado (carne y cuero) y la milpa (maíz y frijol).
Las provincias de las que se habla son San Miguel y la villa de San Vicente de Austria. De hecho, se relata cómo se funda San Vicente en la década de 1650, que fue a partir de separar a los no indígenas (españoles, mulatos, mestizos, ladinos y africanos esclavizados) del pueblo de Apastepeque. Cuando en el libro de refiere a San Miguel es todo lo que esté al Este de río Lempa.
En el segundo capítulo se habla de cómo era el desarrollo de la hacienda añilera, cuáles eran sus características, la mano de obra, tanto indígena y esclavizada. En este mismo también se habla sobre los espacios de interacción social porque estamos hablando de una diversidad étnica, porque no todos venían de un mismo lugar.
En el capítulo tres hablamos sobre la comercialización, distribución y la tecnología del añil, es decir, de los obrajes, de cómo se extraía, que había hasta manuales de cómo elaborarlo que se llamaba «El puntero apuntado con apuntes breves». El puntero era la persona que le daba el punto exacto. Estos escritos estaban en verso porque la gente no sabía leer ni escribir. Entonces, lo que hacían era como recitarlos.
Y el último capítulo nos habla sobre cómo se conforman las sociedades añileras tanto de San Vicente, San Miguel y San Salvador. En ese sentido, están los patrones de asentamiento. Muchos de los municipios de hoy en día tienen que ver con el añil, por ejemplo, San Rafael Obrajuelo se refiere a los obrajes.
¿Por qué es importante hablar del añil?
El añil sigue siendo el mayor producto de exportación en El Salvador, todavía en la década de 1870. Uno piensa que el añil desapareció con la colonia, pero no. Todavía hoy se sigue cultivando. De hecho, el añil es como un arbusto que nace en cualquier lado y como monte.
¿En cuánto tiempo escribió el libro?
La investigación duró los cinco años en lo que cursé el doctorado, la realicé como tesis y luego se transformó en libro, porque la lectura es muy diferente.
¿Dónde pueden encontrar el libro?
En la Universidad Pedagógica y diversas las librerías.
¿Está por lanzar otro libro?
Sí, está por salir uno sobre historias, memorias e identidades en América Latina.
![«San Salvador y Sonsonate se convirtieron en los mayores exportadores de añil», Heriberto Erquicia, arqueólogo y doctor en historia 2 Diario El Salvador 20240229122325 4P3A1177](https://diarioelsalvador.com/wp-content/uploads/2024/05/20240229122325_4P3A1177-713x1024.jpg)
SOBRE EL AUTOR
José Heriberto Erquicia (San Salvador, 1969) es licenciado en Arqueología de la Universidad Tecnológica de El Salvador (Utec) y máster en Docencia Universitaria por la misma universidad; máster en Ciencias Sociales por la Facultad de Ciencias Sociales (Flacso), de Guatemala, y máster en Historia de América Latina, Mundos Indígenas, por la Universidad Pablo de Olavide (UPO), de Sevilla, España; doctor en Historia y Estudios Humanísticos: Europa, América, Arte y Lenguas, por la UPO.
Además, es docente en programas de pregrado y posgrado en Centroamérica y España.
Investigador adscrito al Colegio de América, del Centro de Estudios Avanzados sobre América Latina y el Caribe de la UPO.
También es miembro de la Red de Estudios Afro-Centroamericanos (Reac) y de la Red Mexicana de Estudios sobre Paisajes Patrimoniales (RMEPP); miembro de Número de la Academia Salvadoreña de la Historia y miembro correspondiente de la Real Academia de la Historia de España y de la Academia de Geografía e Historia de Guatemala; así como miembro de la Asociación de Arqueología de El Salvador.
Fue director de la Escuela de Antropología de la Utec (2006-2010). Asimismo, fungió como director del Museo Nacional de Antropología de El Salvador (2014-2021) y director de Posgrados y Extensión de la Universidad Pedagógica de El Salvador (Uped) (2021-2022).
Actualmente director del Centro de Investigación de la Uped e investigador en patrimonio cultural, identidades indígenas y afrodescendientes.