Los videojuegos, una forma de entretenimiento que hace décadas parecía una moda pasajera, hoy son un fenómeno global que ha logrado trascender generaciones y fronteras. Lo que comenzó como un pasatiempo para unos pocos se ha convertido en una industria multimillonaria que domina el ocio y la cultura popular.
A lo largo de los años, los videojuegos han evolucionado de simples pixeladas pantallas a mundos virtuales complejos con gráficos de ultra-realismo y narrativas profundas que cautivan a millones de jugadores de todas las edades.
Este boom de los videojuegos ha sido impulsado por avances tecnológicos, la expansión de las plataformas y una creciente aceptación social, desde las consolas de última generación hasta los juegos móviles, el acceso nunca ha sido tan amplio, lo que ha permitido que jugadores de todos los rincones del mundo se conecten y compartan experiencias.

Hoy en día los videojuegos son reconocidos como una forma de arte, con sus propias narrativas, música y diseño gráfico que rivalizan con las mejores producciones cinematográficas. La capacidad de los videojuegos para contar historias emocionales, complejas y hasta filosóficas, ha llevado a algunos a considerarlos como una forma moderna de literatura interactiva.
Además, los videojuegos también han demostrado tener un impacto positivo en áreas como la educación, la medicina y el bienestar social, con juegos que promueven el aprendizaje y la rehabilitación, entre otros.