El gobernador de Texas, Greg Abbott, rechazó las declaraciones del secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, sobre despedir a los oficiales de la Patrulla Fronteriza que estuvieron involucrados en el maltrato a inmigrantes haitianos hace unas semanas.
«Apoyemos a la Patrulla Fronteriza por hacer su trabajo para asegurar la frontera», escribió Abbott en su cuenta de Twitter.
La gestión sobre inmigración del presidente Joe Biden entró en crisis cuando, a finales de septiembre, salió a la luz una grabación del equipo periodístico de Al Jazeera, donde se veía cómo oficiales fronterizos usaban sus látigos para reprender a migrantes haitianos que trataban de reingresar a territorio estadounidense luego de haber cruzado a México a comprar comida.
Unos 14,000 haitianos se habían acumulado en la franja fronteriza en el Sector del Río. El Departamento de Seguridad Nacional los puso en vuelos exprés para retornarlos a Puerto Príncipe.
Pero las imágenes de oficiales a caballo dando persecución a los haitianos provocaron condena al interior de Estados Unidos y de organismos internacionales, tachando el acto como un trato inhumano y una violación al derecho internacional al asilo.
El gobernador Abbott envió «un muro de hierro» a la frontera de Texas con México, uno de los sectores más transitados por los inmigrantes irregulares. Las patrullas de la Guardia Nacional de Texas se mantienen presentes y el republicano culpa a Biden por la crisis.
«[El secretario] Mayorkas y su investigación sobre la patrulla fronteriza y los ‘latigazos’ a inmigrantes es una farza. No hubo latigazos. Apoyemos a la Patrulla por hacer su trabajo. Texas contratará a cualquier oficial que sea despedido por esto», declaró Abbott.
«Me horroricé al ver las imágenes y esperamos conocer los hechos que se produjeron a partir de la investigación», dijo Mayorkas en su momento. Agregó que la investigación ya había sido abierta. Biden, por su parte, guardó silencio por un par de días y luego declaró que habría consecuencias.