En esta ocasión no habrá restricciones como las del año pasado debido a la crisis por la pandemia de la COVID-19, cuando no se suspendieron por completo las celebraciones, pero algunas no se llevaron a cabo, entre estas la del Domingo de Ramos.
La Iglesia católica se prepara para desarrollar las actividades de la Semana Santa, que comenzará en 20 días, con relativa normalidad, informó ayer monseñor José Luis Escobar Alas, arzobispo de San Salvador.
Escobar Alas aclaró que en esta relativa normalidad los feligreses tendrán que tomar en cuenta las medidas de prevención, pues el virus continúa afectando a los salvadoreños y deben resguardar su salud.
«Tendremos todos los actos propios de la Semana Santa, incluyendo las procesiones en las calles, pero todo se hará con el estricto cumplimiento de las medidas de bioseguridad como usar mascarilla, alcohol en gel, tomar la temperatura y mantener el distanciamiento social», explicó.
El año pasado, la Iglesia optó por transmitir en vivo las actividades a través de diferentes medios de comunicación; también permitió que pequeños cortejos acompañaran a las imágenes en las procesiones o que estas se colocaran en las entradas de los templos para que los feligreses las veneraran.
Pese a los estrictos lineamientos de la Iglesia, algunos fieles católicos presenciaron en las calles todas las actividades, algunas incluso tuvieron asistencia masiva. Esto fue reprochado por las autoridades católicas, pues no estaba organizado de esa forma.
Escobar Alas informó ayer que en su momento se darán a conocer las programaciones de las diferentes parroquias y de la Catedral Metropolitana de San Salvador con los horarios de las celebraciones litúrgicas principales: Domingo de Ramos, misas diarias, misa crismal y la última cena del Señor, el Viernes Santo con el viacrucis, la crucifixión y los santos oficios de la pasión del Señor, Sábado de Gloria, con la solemne vigilia pascual.
El jerarca católico manifestó que se espera que la comunidad religiosa viva con devoción la Semana Mayor y que participe activamente en las diferentes actividades.
«Estamos a la espera, es una oportunidad para vivir la pasión y la muerte, pero también de la resurrección de nuestro salvador Jesús, vivirla con respeto y fe, de ir a la iglesia», dijo Miriam Romilia Rivera, quien ayer asistió a misa en la Catedral Metropolitana.