Para muchos, 2010 fue un año de parteaguas. La crisis económica a escala mundial permeaba en el país y hasta el más osado empresario, pequeño o grande, se vio afectado. Gerardo Bojórquez fue uno de ellos. Con 33 años, el éxito se le escapó de las manos sin que pudiera hacer algo. Su empresa de metalmecánica quebró y de golpe amaneció sin negocio y con una deuda de $125,000. El impacto también alcanzó el ámbito familiar, que provocó su divorcio.
El estado de ánimo de Bojórquez era muy malo, tanto que la opción del suicidio comenzó a sonar con fuerza y se proponía como la ganadora para salir de ese «bucle mental», como él lo llama.
Una mañana, esperó que su madre se fuera. Juntó fuerzas para salir de la cama, acercar un arma y terminar con el momento más oscuro de su vida.
«En esos segundos repasé en mi mente las historias de todos aquellos que yo conocí y se suicidaron. Recordé haberlos llamado cobardes. Me detuve en eso y escuché una voz que me dijo: “Vos sos mejor que lo que te está pasando. Levantate y brillá”. Me acuerdo y me da escalofríos», relata.
La mejor descripción de ese momento para Gerardo es que tuvo una conexión con Dios. El siguiente paso fue llamar a su mejor amigo y avocarse con fuerza a una nueva actividad que lo hacía superar nuevas metas y probarse a sí mismo: correr.
En medio de esa nueva oportunidad, decidió compartir su testimonio. Pero también continuó retándose en el deporte y diseñó una ruta para cruzar corriendo cada país del Triángulo Norte. Empezó con El Salvador, siguió con Guatemala y terminó con Honduras.
Los cruces los ha organizado con patrocinadores de cada país y ha convocado a los corredores locales para que asuman el reto de cruzar el país entero o por tramos. Las experiencias comenzaron en 2017, en El Salvador.
En 2020, justo en medio de la pandemia por la COVID-19, se quedó sin trabajo fijo y fue entonces que emprendió un nuevo proyecto, materializado en el libro «El cruce de Guatemala», que es una combinación entre su testimonio y las anécdotas que han recopilado él y otros corredores en cada país.
«SOY UNA PERSONA NORMAL, CON GRANDES SUEÑOS, que comparte lo que ha vivido con una experiencia de vida».
Gerardo Bojórquez, corredor y coaching de vida.
«Cada cruce es como todos los capítulos de tu vida, toda la euforia, los retos, el cansancio, los obstáculos. Lo que quiero es que la gente, los jóvenes, sepa que alguien como yo, que no viene de una familia de dinero, ha podido salir adelante», resalta Bojórquez.
Este es el primero de cuatro libros que preparará el próximo año y medio. Los primeros tres serán sobre los cruces de cada país del Triángulo Norte. El cuarto viene con la meta más ambiciosa: cruzar Centroamérica, del Casco Viejo, en Panamá, hasta la frontera San Cristóbal, en Guatemala.
La zaga de los cruces de los cuatro países de Centroamérica
El Cruce de Guatemala
La carrera sucedió en 2018. Lo lograron tres guatemaltecos y dos salvadoreños, uno de ellos Gerardo Bojórquez. El libro ya está disponible y antes de que termine el año se compartirá su documental.
Extensión: 523.8 kilómetros / Tiempo: 5.5 días.
El Cruce El Salvador
Entre marzo y abril de el otro año estará listo el libro y su documental. La experiencia se vivió en 2017. Lo completaron 8 personas.
Extensión: 363 kilómetros / Tiempo: 3.5 días
El Cruce de Honduras
La carrera se hizo en 2019. Dos personas intentaron hacerla distancia completa, solo Gerardo lo logró. El libro y el documental de este momento saldrá en septiembre de 2021.
Extensión: 330 kilómetros / Tiempo: 3.5 días
El Cruce de toda Centroamérica
Esta carrera se ha programado para junio de el otro año. De cumplirlo, Gerardo sería el primer salvadoreño en lograrlo. En el segundo semestre de 2022 se espera esté listo el libro y documental.
Extensión: 1,900 kilómetros / Tiempo: 30 días.