Con vientos de casi 200 km/h, el tifón Noru alcanzó Filipinas y obligó a cerrar el tráfico marítimo, suspender vuelos en Manila y evacuar algunas poblaciones, indicaron las autoridades.
Según el servicio meteorológico filipino, Noru tocó tierra en el municipio de Burdeos, en las islas Polillo, que forman parte de la provincia de Quezón.
El tifón llegó acompañado de violentas rachas de viento de hasta 195km/h y fuertes lluvias a la isla de Luzón, la principal del archipiélago.
Noru recibió el calificativo de supertifón, una categoría que se le da a los tifones en el país cuando sus vientos superan los 185 km/h. De hecho, es el más potente registrado este año en el país y avanza con una velocidad sin precedentes, según el servicio meteorológico.
La oficina meteorológica lanzó advertencias el domingo por la noche sobre la posibilidad de inundaciones graves en áreas vulnerables de la capital, Manila, y provincias cercanas, mientras Noru arrojaba fuertes lluvias.
«Le pedimos a los pobladores en las zonas de peligro acatar los llamados a evacuar cuando sea necesario», declaró el jefe de la Policía Nacional filipina, el general Rodolfo Azurin.
En Manila, los servicios de rescate esperan fuertes lluvias y vientos violentos, en esta megalópolis de 13 millones de habitantes.
En algunas áreas de alto riesgo de la metrópolis, incluidas las comunidades empobrecidas que viven en precarias chozas junto a los ríos, las autoridades estaban llevando a cabo evacuaciones forzadas.
Asimismo, decenas de vuelos desde o hacia la capital filipina previstos el lunes fueron suspendidos, el tráfico marítimo fue suspendido y las escuelas permanecerán cerradas el lunes.