El Gobierno del presidente Nayib Bukele ha logrado una vez más hacer historia en El Salvador. En sus 44 meses de gestión, el país ha tenido 300 días sin homicidios, todo un logro que no tiene ningún precedente que pueda, siquiera, acercársele.
Es más, durante los dos gobiernos del FMLN solo hubo un día sin homicidios. ¡Un solo día sin asesinatos en 10 años! Esto demuestra la indiferencia con la que la antigua guerrilla trabajaba para preservar la vida de los ciudadanos honrados y que estaban más enfocados en sus tratos con los criminales, con quienes había pactado treguas no para eliminar los homicidios, sino para negociar cuántas muertes de inocentes iban a perpetrar los pandilleros.
Estos 300 días sin homicidios son un reflejo del éxito que tienen tanto el Plan Control Territorial como las medidas legales que forman parte del régimen de excepción. Nunca en la historia de El Salvador como nación ha habido un período con tanta seguridad y tranquilidad, y eso solo se debe a las acertadas políticas impulsadas por el presidente Bukele.
En general, la población está altamente agradecida con los resultados del Plan Control Territorial y del régimen de excepción porque disfruta ahora de altos niveles de seguridad que jamás había conocido. Con más de 64,000 integrantes y colaboradores de las estructuras delincuenciales detenidos, las calles en todo el país son más seguras. Además, los pocos delitos que aún se cometen son investigados con más efectividad y prontamente se tienen resultados, como el caso que acaba de presentar la Policía del financiero y sobrino del exalcalde de ARENA en el puerto de La Libertad que asesinó a la esposa del exfuncionario y luego montó una escena para fingir que el político había cometido suicidio después de atentar contra su pareja.
La seguridad en el país se ha transformado profundamente en estos tres años y medio de Gobierno del presidente Bukele, pero es un proceso al que hay que dedicarle esfuerzo permanente y constante para lograr el total exterminio de las pandillas.
Los diputados de oposición en la Asamblea Legislativa prefieren mantener su defensa a los pandilleros en lugar de reconocer el bienestar que ahora tiene el pueblo con 300 días sin homicidios. Por eso se siguen oponiendo a que continúe la guerra contra las pandillas, la cual necesita el régimen de excepción para continuar cosechando éxitos y mantener la seguridad en todo el país.