Durante la 51° sesión del Consejo de Derechos Humanos realizada en Ginebra, Suiza, la delegación de Estados Unidos, junto a varias organizaciones internacionales, denunciaron masivas violaciones a Derechos Humanos cometidas en Argelia, por lo que pidieron a los representantes de dicha nación tomar acción al respecto.
Los señalamientos fueron hechos ante las violaciones masivas de los derechos de las poblaciones secuestradas en los campamentos de Tinduf y de la negativa Argelia a asumir sus responsabilidades legales y a poner fin a los crímenes denunciadas.
Esta situación ha tenido varios llamamientos de los mecanismos de la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos, los cuales no han generado una reacción oportuna por parte del estado argelino.
La presidente de la delegación estadounidense, Bathsheba Nell Crocker, señaló que la nación norteamericana está preocupada «por el uso generalizado de leyes que restringen indebidamente las libertades de expresión y de reunión y asociación pacíficas para detener a activistas».
De igual forma, destacó el trabajo de «los valientes activistas de la sociedad civil, los defensores de los derechos humanos, los trabajadores de los medios de comunicación y otros que dicen la verdad al poder y abogan por el respeto de los derechos humanos».
La delegación de la nación norteamericana hizo también un llamado al Consejo de Derechos Humanos a poner atención ante las violaciones sistemáticas cometidas por los separatistas del polisario y las fuerzas argelinas contra las poblaciones secuestradas en los campamentos de Tinduf, enfatizando en que también el estado argelino debe tomar acciones al respecto.
Este llamado contó con el respaldo de organizaciones como Promoción del Desarrollo Económico y Social, la Red Unitaria para el Desarrollo de Mauritania y The National Movement of Young Patriots, quienes señalaron que esta serie de acontecimientos violentan los Derechos Humanos y deben ser una situación prioritaria para el estado argelino.