Águila sigue su éxodo. Llegó a Joroco buscando un oasis y de nueva cuenta, pese a la lluvia, terminó en lamentos. Los negro naranja sumaron su quinto partido al hilo sin ver la victoria, y el primer empate en el arranque de la segunda fase del Apertura 2020.
El nuevo aterrizaje de los migueleños en las inhóspitas tierras de las «gigantonas» puso de manifiesto dos cosas: que las estadísticas están escritas, casi siempre, en piedra y que no es cierto que equipo que estrena técnico gana el partido.
Eso quedó demostrado una vez más con el debut del ex técnico de Santa Tecla, Ernesto Corti, en el Polideportivo Tierra de Fuego.
El estratega argentino que llegó para sustituir a Hugo Coria en el banquillo del Águila, corrió la misma suerte que su compatriota: no pudo saborear triunfo en patio fogonero y no pudo con el historial estadístico que se contabiliza hasta hoy. Es que para Águila, el camino hacia la redención era escabroso y cuesta arriba desde las mismas estadísticas. Hasta ayer, había jugado allí en cuatro ocasiones, y en el pasado igual que en esta vez, no pudo llevarse los tres puntos. Los jugadores sin embargo vieron positivo el puntito.
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Fue la quinta visita de anaranjados y el cuarto empate en suelo fogonero. Su más reciente recuerdo era un negro 2-1. El panorama de Águila fue gris desde su llegada a Tierra de Fuego. En horizonte nubes negras observaban amenzantes y ya en el recinto hasta el sorbetero anunciaba que esta en su contra. «Sorbetes 100 % fogoneros» se leía en un carretón de helados artesanales.
Ya en el terreno de juego el anfitrión se desbocó su la cabaña de Benji Villalobos y la hinchada naranja sobre los graderíos advertian el peligro. «Literalmente sacando agua del pozo» dijo el más ozado. «Ese Nico [Nicolás Muñoz] ya no pelea ni con la mujer. Y ese Lazo [Edwin] con ese [Santos] Ortiz no hacen uno ni licuados» agregó.
Para fortuna de Águila, el pedreo de su cabaña solo arreció el primer cuarto de hora y en ese primer acto Benji fue un muro. Le atajó un tiro libre a Yubini Salamanca y un remate envenenado a Junior Padilla justo al cierre de la primera etapa. El resto se ese primer episodio fue intercambio de intensiones con pelotazos largos para sotear la zona ancha que lucía bastante pantanosa ante la lluvia que se negaba a dar tregua.
El complemento arrancó con otra gran intervención de Benji, que 15 minutos más tarde , volvió a silenciar las gargantas fogoneras al ganar un mano a mano a Ovidio Lanza. Los anaranjados replicaron, al 68′, con una tijereta de Gerson Mayén que para suerte de los anfitriones en la espalda de Meme González.
El tramo final del juego fue equilibrado, pero el marcador nunca se movió de la pizarra. Fue un mojado 0-0.