Si el Águila pensó que Dragón, por ser de San Miguel, sería el padrino de pastel en su aniversario 97 se equivocó. Los mitológicos dejaron claro de entrada que no están para amenizar fiestas ajenas, sino para amargar paladares. Así lo hicieron este miércoles al imponerse 0-1 y dejar a los emplumados sin fiesta y sin invicto.
Aunque sin mucha afición en las gradas y las butacas del Juan Francisco Barraza, los anaranjados se presentaron ruidosos y en plan de carnaval: sonó una y otra vez «El Águila Negra» por los parlantes, en la cancha publicitaron que estaban de aniversario, pero Dragón pasó el protocolo inadvertido, no se arrugó en los primeros minutos que le tocó correr por el balón y luego no solo equiparó las acciones, sino que pegó primero.
Se disputaba el minuto 13 cuando Jónathan Nolasco recuperó un balón cerca del área y al ver salido al meta Rafael García definió con un balón bombeado para abrir la lata y ponerle sabor al derbi migueleño. El mazazo tempranero no sentó bien ni en las gradas ni el césped, pero ni la hinchada ni el equipo pudo hacer nada para evitar la desventaja antes de irse a la pausa.
En ese lapso de 45 minutos, Dragón no solo cerró bien los espacios e hizo ver chato a los de naranja y negro, sino que pudo al menos sumar dos tantos más. Uno en un remate de Luis Angulo que contuvo García con dificultades y después el cafetero John Montaño desperdició un mano a mano justo al cierre del primer acto.
En el complemento los ingresos de Dixon Rivas y Santos Ortiz ventilaron al Águila que comenzó a llegar por los costados y crearle peligro a los mitológicos que centraron su apuesta en la contra y la velocidad de Montaño que, bajo esta fórmula, volvió a perdonar en un nuevo mano a mano.
Al final el Dragón acabó colgado de su portería defendiendo con uñas y dientes un resultado que no solo les alcanza para pintar el derbi migueleño de verde, sino que también para quedarse con el invicto de Águila y aguarles el aniversario.