La hazaña de Alfa Karina Arrué de conquistar el Monte Everest sigue acumulando admiración, respeto y palmas entre los salvadoreños. Este jueves al menos un centenar de personas, entre atletas, dirigentes deportivos y público en general congregados en un centro comercial de la capital escucharon con atención sus vivencias y le rindieron tributos en forma de aplausos al conocer de primera mano todas las odiseas que tuvo que pasar para subir a la montaña más alta del mundo y ser la primera persona salvadoreña en lograrlo.
La montanista contó detalle a detalle la asombrosa caminata y todos los peligros y dificultades que tuvo que pasar para cosechar la hazaña que hoy la tienen como una de las atletas más reconocidas de El Salvador.
«Me siento muy privilegiada de haber escalado el Everest», dijo Karina antes de entrar en detalles sobre cómo inició la preparación física, psicológica, y técnica previa a asumir el reto en el que el oxígeno se reduce a menos del 50% cuando se está arriba de los 5,000 metros de altura.
«Tengo más de 700 montañas escaladas, pero ninguna se compara al Everest por muy difíciles que sean las rutas», manifestó Alfa Karina quien consideró que lo que se ve en las películas no es ni el 50% de lo que es el Everest.
Empero, escalar el Everest no fueron las únicas dificultades que Alfa Karina tuvo para verse en la cumbre del éxito y entrar en la historia. Contó al respetable como tuvo que hipotecar su casa en la primera expedición y las decepciones que se llevó al no conseguir el objetivo.
«Mi primer Everest fue logar conseguir el apoyo. Que alguien creyera en mi sueño» expresó tras recordar y agradecer que Indes, a través de su presidente Yamil Bukele, le tendió la mano en su conquista.
Aparte de detallar toda la ruta de ascenso y descenso del Everest, las preocupaciones y temores que se viven en el camino, Alfa Karina también expuso toda la indumentaria que se hace necesaria y es vital para emprender el viaje. Son cuatro abrigos y tres paredes de botas los que se necesitan para evitar acabar congelado.
Al final, en el conversatorio organizado por el Indes con el apoyo de la Lotería para clausurar el mes del deporte, la montañista autografió posters y se fotografío con los asistentes que se lo requirieron.