El inicio de torneo con goleada a Limeño que firmó Alianza fue solo un espejismo, porque después de esa victoria por 4-1, las dos siguientes salidas las registra como derrotas ante equipos que en los papeles son accesibles para sumar de tres.
La caída del sábado pasado ante Cacahuatique se pudo disimular porque fue la despedida de Fito Zelaya, pero la caída de esta noche por 1-0 frente a Platense ya empieza a acabar con la poca paciencia de la afición aliancista.
Apenas al minuto cinco, Jónathan Urrutia hizo ver como párvulos al zaguero Iván Mancía y al portero Mario González, cuando los dos albos no se pusieron de acuerdo para resolver un problema sencillo con la pelota y el colombiano los anticipó para puntear el balón y lo mandó a las redes (1-0).
Si esa bofetada no hizo despertar al equipo capitalino, Bryan Paz les avisó que los viroleños si habían llegado a jugar al estadio Mágico González, con un remate cruzado que pasó cerca de la candela derecha, de nueva cuenta aprovechando la floja marca defensiva.
La más clara para los paquidermos en el minuto 44 fue una de Émerson Mauricio, que quiso conectar con la pelota en velocidad, pero su toque salió sin ninguna dirección a portería.
Con esa chance se fue el primer tiempo, con un equipo albo desconocido, sin generar fútbol ofensivo. Sus hombres en medio campo para crear, Leonardo Menjívar y Andrés Hernández, no vieron una y su equipo lo resintió.
Ernesto Corti tenía que apretar a sus jugadores si no quería sucumbir por segundo partido consecutivo en casa. Por eso mandó a la cancha a Carlos Salazar en lugar de Hernández y pasó a jugar con dos delanteros, por lo que Machito Menjívar tenía que comandar la creación aliancista.
Pero esa presión terminó de pesarle al 10 albo, además de que, en general, el equipo de Alianza que estaba en cancha jugó uno de sus peores partidos de los últimos meses.