Los accidentes de tránsito han incrementado a escala nacional tras la reactivación económica, mermada por las restricciones a causa de la pandemia por la COVID-19, y Cuscatlán, en la zona paracentral del país, lo refleja de forma significativa, tomando como base estadísticas previas a la cuarentena y las de este año.
Según registros de la Sección de Tránsito Terrestre de la Policía Nacional Civil (PNC) en Cuscatlán, si bien es variable, se ha identificado que los accidentes viales son más recurrentes los sábados y los domingos, aunque ha habido días entre semana que suceden incluso «en cadenas».
Por ejemplo, de enero a noviembre del presente año se registraron 420 percances; de estos, 210 dejaron como saldo daños materiales, y 177, daños personales (fallecidos y lesionados), mientras que el año anterior hubo 537 en total en los 12 meses, sin tener las implicaciones de la pandemia por coronavirus.
«El comportamiento de la accidentabilidad viene siendo parecido. Veníamos de enero a marzo con una tendencia increíble al alza, luego, con las restricciones por la COVID-19, hubo disminución prácticamente a cero, y luego, de julio a la fecha, volvimos a la normalidad en el sentido de los accidentes; incluso noviembre es el más alto en cifras en relación con los demás meses», detalló el subinspector Balmore Díaz, jefe de Tránsito en Cuscatlán.
Prueba de eso es que entre julio y noviembre del presente año se contabilizaron 27 fallecidos; en julio fueron dos; en agosto, cuatro; septiembre tuvo cinco; octubre, seis, y noviembre, 10. Este último mes también tuvo el mayor número de homicidios culposos de 2019 y lo que va de 2020, mientras que el resto de meses se mantienen en similares rangos.
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Los homicidios culposos por accidentes de tránsito representan una de las principales causas de muerte en el país, y en Cuscatlán los hombres encabezan las estadísticas mortales, un fenómeno que en algunas fechas supera los casos de homicidios cometidos por hechos de violencia.
De acuerdo con el informe oficial (de enero a noviembre de 2020), 44 personas fallecieron en percances viales en Cuscatlán; de estos casos, 37 fueron hombres y siete mujeres, como resultado de colisiones, atropellos, choques y vuelcos, principalmente.
En 2019 hubo 77 muertes por esta causa, y los asesinatos registrados en ese año totalizaron 89, con una diferencia de 12 decesos con respecto a los ocasionados por accidentabilidad. A noviembre del año en curso, por accidentes se reportaban 44 muertes, y por hechos violentos, 56.
Uno de los elementos que contribuyen a la alta accidentabilidad es la ingesta de bebidas alcohólicas, por lo que se reportan a la fecha 24 arrestados por conducción peligrosa. Algunos de estos irresponsables han casusado accidentes con pérdidas humanas.
«Un conductor [ebrio] atropelló a una persona, la desmembró y huyó del lugar del hecho. La auxilió una ambulancia y la llevó al hospital, pero murió. Luego, el [Sistema de Emergencias] 911 lo comenzó a rastrear, lo logró identificar y capturar. Andaba en estado de ebriedad», relató el subinspector Díaz.
El problema sigue con los motociclistas. Ante esta «novedad», como Policía, consideran necesario que los conductores respeten los límites o parámetros de velocidad.
«Andan la vida vendida. La velocidad a la que conducen está causando más muertos, y la mayoría no porta licencia de conducir», dijo el oficial. La intolerancia también se suma a este fenómeno. «Por cualquier cosa ya se genera un conflicto en la vía», agregó.
Los puntos más críticos de accidentabilidad en la carretera Panamericana, en el tramo de Cuscatlán, están entre los kilómetros del 20 al 26 y del 33 al 42, en las jurisdicciones de San Pedro Perulapán, Santa Cruz Michapa, Cojutepeque y San Rafael Cedros.