Quiero una medalla, papá», le dijo su hijo al surfista salvadoreño Amado de Jesús Alvarado cuando le contó que estaba entrenando para los Juegos Centroamericanos y del Caribe San Salvador 2023.
Luego de competir en el último heat de las finales de la competencia, el atleta, que vive en la playa Conchalío, en La Libertad, llevó a casa la presea de oro que le había pedido su primogénito. De esta manera, quien fue una vez vendedor de artesanías se coronó como el rey del longboard en la región y en un orgullo para El Salvador.
La familia ha sido el pilar y la fortaleza de Amado de Jesús para continuar compitiendo en el más alto nivel y montar olas en su tabla larga junto a los mejores surfistas de la región. «Gracias a Dios no tengo vicios y eso se lo agradezco a mi abuela que está descansando allá arriba y a mi madre, que me guiaron en el mejor camino. Espero darle más resultados a mi familia», dijo el medallista a «Diario El Salvador», además de contar su historia en el surf y su experiencia al defender los colores azul y blanco en los Juegos Centroamericanos y del Caribe 2023.
Amado sostiene el título nacional de longboard de manera invicta durante ocho años. Esta modalidad del surf lo eligió a él, como cuenta, ya que su amigo Mario Amaya (fotoperiodista salvadoreño) lo motivó a practicarlo, y desde el principio logró dominarlo con resultados positivos.
El medallista salvadoreño comentó que su madre solamente lo dejaba entrar al mar entre 15 minutos y una hora, siempre y cuando se enfocara en vender artesanías. Ahora su madre está feliz por los logros de su hijo que obtuvo su segunda medalla de oro para el país, pero la primera en los Juegos Centroamericanos y del Caribe que, por primera vez, incluyeron este deporte en la competencia.
¿Qué sentiste al alcanzar la medalla de oro en los Juegos Centroamericanos y del Caribe 2023?
Me sentí supercontento. Es una medalla que ya la esperábamos con ansias con el entrenador y un amigo que se llama Mario. Esta medalla ya sentíamos que era de nosotros. Estábamos enfocados en lo que queríamos y habíamos trabajado duro para esto. ¿Cómo llegó el surf a tu vida? El surf llegó a mi vida desde pequeño, desde que tenía siete años que miraba a mis hermanos surfear, a mi tío y a la gente de la comunidad en donde vivo [Conchalío]. Yo solo los miraba surfear, pero mi mamá no me daba permiso. Yo vendía artesanías en la playa y a través del tiempo me fui metiendo en el surf.
¿Qué sentiste cuando te diste cuenta de que el surf sería incluido en los Juegos San Salvador 2023?
Hace dos años busqué al profesor Fernando Menjívar, que era un gran amigo mío de Cruz Roja. Lo busqué cuando me di cuenta de que el surf iba a estar en los Juegos y que el Indes estaba apoyando a los surfistas dándoles becas. El profe Menjívar me ayudó a entrenar mi físico para bajar de peso y empezamos a trabajar desde marzo del año pasado y nos enfocamos desde el torneo ALAS del año pasado para los Panamericanos de Santiago [Chile] y para los Juegos Centroamericanos y del Caribe, que eran en casa. Mi objetivo era clasificar a Santiago y ganar medalla de oro para El Salvador. Buscamos al Indes para llevar una vida más profesional como deportista.
¿Cómo hiciste para manejar el factor mental de lidiar con la presión de ser anfitriones en estos Juegos?
La presión fue supergrande porque en la final estaba el presidente del Comité Olímpico; el presidente de ANDA, que es donde trabajo; había varios presidentes, también la ministra de Turismo. Todo mundo estaba allí. Estaba la psicóloga del Comité Olímpico, y aproveché que estaba allí para que me ayudara a enfocarme. Una hora y media antes de mi heat me reuní con ella. Me preguntó: «¿Querés competir o divertirte?», y yo le dije «me quiero divertir». «Entonces divertite como lo hacés siempre», me dijo.
De repente, llegó mi amigo, Mario Amaya, y oramos. Le dedicamos esta medalla a Dios y así fue, nos la dio y es para él.
¿Qué estaba en tu cabeza en el momento de empezar el último heat?
Mi mente ya estaba enfocada en el objetivo, en la medalla de oro. Sabía lo que quería y trabajé duro para lograrlo. En marzo, con el apoyo del presidente de ANDA, que me dio un permiso, me fui 16 días a una base de entrenamiento en Perú con un entrenador de un surfista que ha sido campeón del mundo y estuve concentrado trabajando con él. Agradezco al Comité Olímpico de El Salvador porque me mandó a una base de entrenamiento. Estaba supercontento porque nunca lo había hecho en mi vida. Luego participé en el Mundial de longboard donde quedé en el lugar 17. ¿Cómo ha sido tu camino para alcanzar esta medalla de oro en los Juegos San Salvador 2023?
¿En qué otras competencias has participado?
Quiero darle las gracias a la federación que siempre me ha tomado en cuenta. En 2013 fui parte de la selección que participó en los Juegos Bolivarianos de Perú. Ese mismo año le di mi primera medalla a El Salvador, fue de bronce. Cuando Nayib Bukele era alcalde de Nuevo Cuscatlán me apoyó económicamente para que pudiera competir en Perú. Gracias a Dios, ahora es presidente y está apoyando más el deporte. Es bonito que alguien que no vive en la playa esté apoyando tanto este deporte.
Ahora ya he participado en varios torneos internacionales con la selección. Ahora que conseguiste la medalla de oro para El Salvador, ¿qué viene para Amado en el futuro?
Vienen los Juegos Panamericanos de Santiago 2023. Con lo que logré acá, sé que puedo lograrlo en esta competencia también. Lo que me enseñaron estos Juegos fue que puedo lograr cosas grandes y con el apoyo de la gente sé que se pueden alcanzar los objetivos.