Momentos de angustia vivió San Salvador sobre el cierre del partido de vuelta de las semifinales de la Liga Nacional de Fútbol, cuando San Miguel presionaba por el empate, pero logró sostener el 1-0 y forzar la definición por la vía de los penaltis, que también le favoreció 5-4.
Ambos equipos desplegaron un fútbol abierto y con vocación ofensiva, San Salvador, consciente que estaba obligado a ganar, fue quien llevó la iniciativa en la cancha del estadio Las Delicias intentando llevar el suficiente peligro al arco de San Miguel, defendido por José Martín Mejía.
Así lo hicieron desde el pitazo inicial, pero en esa búsqueda dejó espacios en su zona defensiva que propició ocasiones de gol para el equipo migueleño que tuvo en los botines de Érick Orellana al menos dos ocasiones de anotar (minutos 6 y 33), pero no las pudo concretar.
Por el contrario, al minuto 16 fue el colombiano Sergio Mosquera, quien sí aprovechó un descuido defensivo de San Miguel y puso el 1-0 que tanto les urgía, pues con esta ventaja manejaron mejor el ritmo del partido.
Ya sobre el cierre de la etapa inicial, específicamente al minuto 43, Juan Sánchez tuvo una jugada de gol para aumentar la cuenta, pero trás su disparo el balón se fue sobre el horizontal de la cabaña defendida por el cancerbero Martín Mejía.
Con esa ligera ventaja en el marcador se fueron al descanso.
En el segundo tiempo siguió siendo el once capitalino quien marcaba el ritmo y dinámica del partido en busca de ampliar la ventaja en la pizarra.
El equipo migueleño tampoco se quedó atrás sabedor que con el empate estaría sellando su boleto a la gran final, arriesgó un poco más al ataque y género ocasiones de anotar pero no las pudo capitalizar.
Al 67’ el jugador Levis Benjamín Lazo, falló un mano a mano con el portero de San Salvador y la posibilidad del empate se esfumó. Dos minutos más tarde fue Cristofer Adonay Magaña, quien hizo efectivo el cobro de un penalti, pero el balón fue neutralizado por el portero de San Salvador.
A partir de entonces, el juego se volvió en un ir y venir por parte de ambos equipos, pero el marcador ya no se movió y debieron irse a la tanda de penaltis para definir al ganador y segundo finalista, cuyo honor recayó en San Salvador.