El defender a exfuncionarios procesados o señalados por casos de corrupción parece ser una de las consignas que prevalecen dentro del partido ARENA, según lo ha manifestado su presidente interino, Carlos García Saade.
En el espacio de entrevista de Radio YSKL, Saade afirmó que el enjuiciamiento del exalcalde de San Salvador y exdiputado del partido tricolor Ernesto Muyshondt es una persecución política.
Muyshondt tiene dos procesos judiciales abiertos, uno por los delitos de agrupaciones ilícitas y fraude electoral, al presuntamente haber negociado privilegios penitenciarios y económicos con pandilleros previo a las elecciones presidenciales de 2014.
El segundo proceso es por los delitos de incumplimiento de deberes y apropiación de cuotas laborales cuando fungió como alcalde de San Salvador, entre el 1.º de mayo de 2018 y el 30 de abril de 2021.
Sobre ese segundo proceso, Saade dijo que, «para empezar, cuando fue alcalde pasó gran parte del período sin recibir el Fodes, no podía apropiarse de esas cuotas», desmeritando las pruebas que la parte fiscal ya ha remitido al juzgado correspondiente.
San Salvador es una de las municipalidades que mayor recaudación tributaria tienen, dada su actividad comercial y cantidad poblacional, y, por tanto, no dependía exclusivamente del Fodes para subsanar las planillas de la alcaldía.
El discurso de ARENA con respecto a sus corruptos siempre se ha sustentado en que sus procesos obedecen a persecuciones políticas, aun cuando algunos de sus funcionarios y exfuncionarios están huyendo para evitar la justicia, como los legisladores Margarita Escobar y Norman Quijano, quienes han salido del país siendo funcionarios.