Por casi 30 años, los gobiernos de ARENA y del FMLN originaron una deuda pública cercana a los $19,000 millones, según datos del Ministerio de Hacienda, la cual ha sido heredada al actual Gobierno.
A pesar de que ambos partidos dejaron al país inmerso en una crisis fiscal, el martes pasado, en la sesión plenaria de la Asamblea Legislativa, los 10 diputados del partido tricolor y los cuatro del rojo, así como sus aliados de VAMOS y Nuestro Tiempo, negaron los votos a dos iniciativas que envió el presidente Nayib Bukele que permitirán asegurar los fondos para pagar la deuda soberana de El Salvador por adelantado hasta 2025.
La primera iniciativa aprobada permite trasladar del Banco Central de Reserva (BCR) al Ministerio de Hacienda $275 millones de los derechos especiales de giro asignados al país en 2020 por el Fondo Monetario Internacional (FMI). Y la segunda aprueba la suscripción de un crédito por $200 millones con el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) para el Programa Temporal de Apoyo ante la Crisis de los Combustibles.
Aunque las fracciones de oposición negaron su apoyo, los decretos fueron avalados con 66 votos a favor cada uno.
El presidente de la Asamblea Legislativa, Ernesto Castro, señaló el nulo respaldo de los partidos tradicionales para subsanar «problemas de país que ellos mismos crearon» y recordó cómo El Salvador cayó en «default», o impago, en 2017 mientras gobernaba el expresidente y prófugo de la justicia Salvador Sánchez Cerén.
«A veces se les olvida ese pequeño detalle: cuando el ministro de Hacienda era el señor Carlos Cáceres, el país cayó en impago», dijo Castro.