La tala se suspendió en 8.400 hectáreas de bosque, que albergan 106 «núcleos de koalas», anunció el gobierno de Nueva Gales del Sur.
La zona, rica en marsupiales, formará parte de un Parque Nacional del Gran Koala de 315.000 hectáreas en la costa norte y «salvará a los koalas de la extinción en el estado».
Brad Smith, director ejecutivo del Consejo de Conservación de la Naturaleza, calificó la zona de «el hábitat de koalas más importante del mundo».
«Esta decisión es también un reconocimiento de que la tala tiene un impacto devastador sobre los koalas y la biodiversidad», añadió.
El portavoz de WWF-Australia, Stuart Blanch, afirmó que el número de koalas en Nueva Gales del Sur sufrió un drástico descenso, de más del 50% entre 2000 y 2020, debido a la deforestación, la sequía y los incendios forestales.
La medida del gobierno «es una oportunidad si queremos salvar a los koalas de la extinción este siglo. Necesitamos nuevas áreas protegidas masivas que cubran millones de hectáreas de bosques», indicó.