Nidia Mirada, una pequeña productora de granos básicos, afirma que este año logrará dar sustento a su familia con sus cultivos. Ha sembrado maíz en su parcela y pronto sembrará frijol, gracias a un crédito que recibió del Banco de Fomento Agropecuario (BFA).
Como Nidia, otros 4,613 agricultores fueron beneficiados con fondos para impulsar sus cosechas. Según el BFA, como parte de los esfuerzos para garantizar la seguridad alimentaria en el país, a través del impulso a la producción nacional, se colocaron más de $10 millones en créditos con tasas subsidiadas del 4 % anual en el último mes y medio.
El banco estatal informó que del 17 de mayo al 2 de julio ha entregado $10,250,000 distribuidos entre pequeños productores agropecuarios, quienes se dedican a los cultivos de granos básicos, hortalizas, frutales, ganadería y especies menores.
Las tasas preferenciales oscilan entre el 4 y 5 % anual, gracias a los fondos del Fideicomiso Especial del Sector Agropecuario (Fideagro), que contempla hasta $5,000 en créditos blandos para cada productor.
«Este tipo de financiamiento es un apoyo a las 11 medidas implementadas por el presidente Nayib Bukele para contribuir a impulsar la producción nacional de alimentos y paliar la inflación internacional, derivada del incremento de precios internacionales del petróleo y, como causa directa, del conflicto entre Rusia y Ucrania», apuntó en un comunicado la institución financiera.
Los préstamos, según el BFA, se convierten en un complemento a la entrega del paquete con semillas y otros insumos que ha distribuido el Ministerio de Agricultura (MAG). Al fusionar ambos recursos, se espera que se incremente la cosecha para el ciclo 2022-2023 y de esta manera se incrementen los ingresos para las familias.
«Con el financiamiento subsidiado del BFA he obtenido los recursos para poder incrementar mi cosecha de maíz y así, abastecer a mi familia con granos básicos», declaró, por su parte, Eduardo Rodríguez, otro beneficiado.
Por último, el banco subrayó que tiene a disposición créditos para importadores de productos exentos de aranceles para aliviar los efectos de la inflación mundial. Con ello se busca que los precios de la canasta básica se mantengan estables.