Seis semanas es lo que podría tardar el laboratorio alemán BioNTech junto a la farmacéutica estadounidense Pfizer en suministrar una nueva vacuna adaptada a la nueva cepa del COVID-19 recién descubierta en Reino Unido, según informaron medios internacionales esta mañana.
«Técnicamente somos capaces de suministrar una nueva vacuna en seis semanas. La belleza de la tecnología del ARN mensajero es que podemos directamente empezar a concebir una vacuna que imita fielmente a la nueva mutación», señaló Ugur Sahin, cofundador del laboratorio BioNTech, según señalaron medios internacionales.
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Sahin señaló que es muy probable que la actual vacuna sea totalmente eficaz contra esta nueva cepa que fue detectada en Reino Unido y que, hasta donde se conocer actualmente, se ha vuelto un 70% más contagiosa que las cepas anteriores, aunque no se ha determinado un aumento en la mortalidad del virus.
«Científicamente, es muy probable que la respuesta inmunitaria provocada por la vacuna pueda servir para esta variante del virus», añadió el cofundador de BioNTech, señalando que la vacuna concebida junto a Pfizer cuenta con más de 1,000 aminoácidos de los que solo nueve mutaron, por lo que se garantiza que el 99% de la proteína es la misma.
Actualmente, aproximadamente 30 países han decidido cerrar sus aeropuertos a los vuelos provenientes de Reino Unido y Sudáfrica debido a la aparición de una nueva cepa de la que, según expertos en salud, pudo haberse originado en septiembre y haber tenido un brote masivo en estas últimas semanas.