Los 56 millones de habitantes de Inglaterra volverán al confinamiento domiciliario a partir del jueves y hasta el 2 de diciembre en un intento de frenar el avance de la pandemia de coronavirus, anunció el sábado el primer ministro británico Boris Johnson.
«Tenemos que ser humildes ante la naturaleza», afirmó en rueda de prensa al anunciar que todos los comercios no esenciales cerrarán y los ingleses no podrán salir de casa salvo para cuestiones esenciales como comprar comida o acudir al médico. Escuelas y universidades seguirán sin embargo abiertas.
La pandemia ya se ha cobrado más de 46.000 vidas en el Reino Unido, el país más castigado de Europa por el covid-19, que está a punto de superar el millón de casos positivos.
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Un segundo confinamiento, después del que Johnson impuso al país desde el 23 de marzo y hasta mediados de junio, constituye todo un giro en el enfoque del líder conservador británico.
Johnson se había resistido hasta ahora a tomar esta medida, incluso por un corto período de dos o tres semanas como habían preconizado a mediados de septiembre sus consejeros científicos, y exigía el opositor Partido Laborista.