Brigadas de trabajadores retiraban este miércoles lodo y escombros de la línea férrea y las calles del pueblo turístico de Machu Picchu, próximo a la joya de la cultura inca en Perú, tras las inundaciones causadas por las lluvias del verano austral en los Andes.
«Esto va a demorar todavía al parecer unos días más, porque después de hacer la limpieza se tiene que habilitar uno de los puentes para que puedan ingresar los turistas hacia Machu Picchu y la población como tal», dijo a la AFP el alcalde del pueblo, Darwin Baca.
«Pedimos al gobierno regional, al gobierno central que nos ayude con este proyecto [de limpieza y recuperación del pueblo], porque se siente cuando Machu Picchu se cierra, porque no solo una región vive del turismo, sino son muchas regiones», indicó Baca.
Hoteles y restaurantes que están en la región Cusco, donde se encuentra la ciudadela, se vieron afectados por las fuertes precipitaciones, pero también en Lima y otras ciudades, «porque cuando se cierra Machu Picchu tiene una repercusión lastimosamente en la economía y el sector turismo» de todo el país, añadió el alcalde.
Machu Picchu Pueblo, que antes era conocido como Aguas Calientes, está situado en medio del Valle Sagrado de los incas, debajo de la montaña donde se encuentra la famosa ciudadela de piedra construida en el siglo XV, que no resultó afectada por el fenómeno climático.
En coordinación con las empresas ferroviarias Inka Rail y Perú Rail, las autoridades evacuaron a 889 turistas desde este pueblo hasta Ollantaytambo, tras quedar varados por el desborde del río Alcamayo el viernes en la madrugada, según el ministerio.
Las fuertes lluvias causaron el desborde de este río que atraviesa el poblado de 5,000 habitantes, dejando una persona herida, otra desaparecida y varios edificios y la vía férrea con daños.