El café salvadoreño fue degustado el año pasado por millones de personas alrededor del mundo. Estados Unidos, Alemania, Japón, Bélgica, el Reino Unido, entre otros, fueron los mayores compradores del grano de oro.
La excelencia del café salvadoreño ha impulsado las exportaciones, las cuales alcanzaron los 617,229 quintales y generaron ingresos por más de $108 millones, un aumento de 2 % en comparación con lo vendido en 2020, según datos de la Asociación Cafetalera de El Salvador (Acafesal).
Solo el año pasado, el sector caficultor comercializó el 79 % de lo producido en la cosecha 2020-2021, que fue alrededor de 800,000 quintales. Sin embargo, para que dichas ventas sean más altas y los ingresos mayores, el sector prevé tener una producción que alcance el millón de quintales de café para 2022.
«Estimamos que la producción de café de este año va a cerrar con los 800,000 quintales debido a las condiciones de precio que se tuvieron y porque los caficultores no han tenido los suficientes recursos para darles mantenimiento a los cafetales. Sin embargo, para 2022 estamos motivando a los cafetaleros a que pasemos del millón de quintales de café», explicó Omar Flores, presidente de la gremial.
Para cumplir tal expectativa, se doblará el trabajo con una mayor atención a los cafetales, lo que incluye comenzar la corta de sombra, aplicar foliares y estar pendiente de la roya.
Asimismo, Flores aseguró que esperan que las exportaciones de café mejoren debido al incremento de los precios a escala mundial.
Uno de los aspectos positivos que dejó 2021 a los caficultores fue el alza de los precios internacionales de café. El precio máximo alcanzado en la Bolsa de Valores de Nueva York fue el 26 de noviembre del año pasado, cuando llegó a un valor de $243.95 (la apertura), lo que significó un aumento en relación con el primer precio de referencia a inicios del mismo año, que fue de $128.40.
La gremial prevé que la buena racha en los costos seguirá por tres años, por lo que es importante garantizar el aumento en la producción.
Por otra parte, el presidente de la gremial aseguró que se siente satisfecho con el trabajo en conjunto con el Ministerio de Agricultura, lo que permitió la elaboración de proyectos que habían sido demandados por años.
La política nacional cafetalera, el fideicomiso al rescate de la caficultura por $640 millones y la creación del Instituto Salvadoreño del Café fueron las grandes apuestas que el Gobierno entregó a un sector que estuvo en el olvido por más de 30 años.
«El Gobierno nos apoyó con acciones como el fideicomiso del rescate a la caficultura, la creación del instituto de café y la política cafetalera, que eran puntos que habíamos venido demandando y que ayudarán a los caficultores del país», dijo Flores.
En la actualidad, el sector genera alrededor de 38,937 empleos directos, que se distribuyen en las diferentes actividades que tiene la caficultura. Además, se registran 23,946 caficultores, de los cuales 21,940 son pequeños y representan el 91.6 % del rubro.