El cáncer es sin duda una de las enfermedades más temidas por las personas y, lastimosamente, esta puede aparecer en diferentes formas y afectar distintas partes del cuerpo, como por ejemplo la piel.
Según estadísticas brindadas por la Sociedad Americana del Cáncer, esta enfermedad es por mucho el más común entre todos los tipos de cáncer, estimando que para este año se podrían diagnosticar aproximadamente 99,780 nuevos casos de melanoma (alrededor de 57,180 en hombres y 42,600 en mujeres). Y que podrían morir aproximadamente 7,650 personas (5,080 hombres y 2,570 mujeres) debido a su causa.
Es por esa razón que hoy te presentamos de qué se trata este padecimiento, así como algunas señales de alerta para que prevengas cualquier anomalía relacionada con esta enfermedad.
Se entiende que este padecimiento se origina cuando las células en el cuerpo comienzan a crecer sin control y en el caso de este cáncer, inicia afectando las capas superiores de la piel (la epidermis).
A menudo está relacionado con afectar las zonas del cuerpo con mayor exposición al sol. Sin embargo, también podría ocurrir que se origine en zonas poco expuestas.
La Sociedad Americana del Cáncer explica que la causa de esta afección comienza con mutaciones en el ADN de las células de la piel, haciendo que estas se incrementen hasta formar una masa de células cancerosas que da paso a distintos tipos de padecimientos, que son diagnosticados con base en sus características.
El Tipo de cáncer más común que existe
El carcinoma de células basales es el tipo más común que existe y por eso te contaremos de cuáles son sus orígenes y, a la vez, la mejor forma de prevenirlo.
Se estima que alrededor de 8 de cada 10 casos pertenecen a este tipo de afección.
Estos cánceres comienzan en la capa celular basal, que es la parte inferior de la epidermis. Por lo general, surge en las zonas expuestas al sol, especialmente la cara, la cabeza y el cuello. Su crecimiento suele ser muy lento.
Es muy poco común que el cáncer de células basales se propague a otras partes del cuerpo, pero de no tratarse, puede extenderse hacia las áreas cercanas e invadir el hueso u otros tejidos debajo de la piel.
Este tipo de cáncer puede reaparecer (recurrir) en el mismo lugar de la piel si no se extrae completamente.
Las personas que han tenido esta afección en específico, tienen una probabilidad mayor de padecer nuevos cánceres en otros lugares. El carcinoma de células basales puede aparecer de dos formas, que te presentamos a continuación.
a) Un bulto ceroso o perlado. Una lesión plana, parecida a una cicatriz marrón o del color de la piel o una úlcera con costras o sangrante que se cura y regresa.
b) Carcinoma de células escamosas. Se estima que de 2 de 10 diez casos de cáncer de piel son carcinomas de células escamosas (también llamados cánceres de células escamosas). Estos se originan en las células planas en la parte superior externa de la epidermis. Comúnmente aparecen en las áreas del cuerpo expuestas al sol, tales como la cara, las orejas, los labios y el dorso de las manos. También puede surgir en cicatrices o llagas crónicas de la piel de otras partes del cuerpo. Algunas veces comienzan en las queratosis actínicas que es una enfermedad precancerosa de la piel causada por exposición excesiva al sol, y con menor frecuencia, pero podría suceder, que se forme en la piel del área genital. Los cánceres de células escamosas generalmente se pueden extirpar por completo o tratar de otras maneras, aunque son más propensos que los cánceres de células basales a extenderse hacia las capas más profundas de la piel y propagarse a otras partes del cuerpo.
MELANOMA
El melanoma es el tumor maligno que se desarrolla a partir de los melanocitos, células especializadas de la piel, que tienen como función principal la producción de melanina (bronceado). La melanina es nuestro mecanismo de defensa frente a los rayos ultravioletas del sol. Debido a su gran potencial maligno es responsable de más del 90 % de las muertes derivadas del cáncer de piel.
Este tumor afecta principalmente a la piel, pero también se puede desarrollar en las mucosas (vaginal, oral, conjuntival) y también dentro del ojo. Normalmente, los melanomas se desarrollan sobre la piel sana y en aproximadamente un 20-30% de las veces lo pueden hacer sobre algún lunar (nevus) preexistente.
Los signos de melanoma incluyen los siguientes:
- Un área grande y amarronada con pintitas más oscuras
- Un lunar que cambia de color, tamaño o sensación, o que sangra
- Una lesión pequeña con un borde irregular y partes que aparecen de color rojo, rosa, blanco, azul o azul oscuro
- Una lesión dolorosa que pica o arde
- Lesiones oscuras en las palmas de las manos, las plantas de los pies, las yemas de los dedos de las manos o los pies, o en el recubrimiento de las mucosas de la boca, la nariz, la vagina o el ano
FACTORES DE RIESGO
A menor cantidad de melanina en la piel crece el riesgo de padecer algún tipo de cáncer. Lo mejor, siempre, es protegerse de exposiciones prolongadas al sol. Se recomienda siempre cubrirse y usar bloqueador solar para reducir los riesgos.
Piel clara. Cualquier persona, independientemente del color de la piel, puede tener carcinoma. Pero, tener menos pigmento (melanina) proporciona menos protección contra la radiación UV.
Exposición excesiva al sol. Estar expuesto a la luz UV del sol aumenta el riesgo de padecer carcinoma de células escamosas de la piel. Cúbrete o usa bloqueador solar.
Uso de camas solares. Las personas que usan camas solares tienen mayor riesgo de padecer carcinoma de células escamosas de la piel.
Antecedentes de quemaduras por el sol. Haber tenido una o más quemaduras de sol aumenta el riesgo de desarrollar carcinoma de células escamosas de la piel en la adultez.
Antecedentes personales de cáncer de piel. Si alguna vez tuviste carcinoma de células escamosas de la piel, hay más probabilidades de que lo padezcas nuevamente.
ACCIONES PARA PREVENIRLO
La mayoría de los tipos de cáncer de piel se pueden prevenir. Para protegerte, sigue estos consejos de prevención del cáncer de piel:
- Evita el sol durante el mediodía
- Usa protector solar todo el año
- No olvides las gafas de sol
- Evita las camas solares
- Ten cuidado con los medicamentos fotosensibilizantes
- Controla la piel regularmente e informa los cambios a tu médico