«No hemos podido contar ni enterrar a nuestros muertos», lamentó el embajador de Palestina en El Salvador, Marwan Burini a «Diario El Salvador». Los controles y registros de las víctimas mortales llegaron a su fin ante los interminables bombardeos en la Franja de Gaza y que hace tres semanas se intensificaron por los ataques en Rafah, una zona decretada como «zona segura», con el propósito de no hostigarla.
La guerra entre Israel y Hamás cumplió ocho meses y todo apunta a que una posible conciliación entre ambas partes está lejos de suceder. Rafah, el único refugio para cientos de palestinos en la adversidad, fue bombardeada por Israel por detectar miembros de Hamás. El saldo de muertos por dos bombarderos consecutivos ascendió al menos a 65. Todos civiles.
Cifras preliminares indican que, desde el 7 de octubre a la fecha, en esta pugna ya fallecieron más de 37,000 palestinos; sin embargo, el embajador señaló que las autoridades han perdido la capacidad de contar a las personas sin vida.
«Eso es muy difícil. Hasta hace poco llevábamos un control de los nombres de las ciudades, si era hombre o mujer los que morían asesinados y ahora, sobre todo en los campos de refugiados en Rafah y otros lugares, no hemos podido ni contar ni enterrar a nuestros muertos», comentó Burini.
«Todo tiene un nombre: es genocidio», agregó.
El diplomático palestino compartió que las autoridades calculan que entre 8,000 a 10,000 personas se reportan como desaparecidas, posiblemente entre los escombros. «No tenemos capacidad de rescatarlos y sacarlos, la mayoría de ellos estarán muertos, lamentablemente», compartió.
A finales de mayo, la Corte Internacional de Justicia (CIJ) ordenó la detención del primer ministro israelí Benjamín Netanyahu, otros funcionarios y dirigentes de Hamás por crímenes de lesa humanidad. Además, países como Alemania y Francia, que apoyan a Israel, también condenaron los bombardeos en Rafah.
«La situación es complicada. Lo único que estamos haciendo es alzar nuestra voz. El mundo se tiene que dar cuenta de lo que está pasando allí [Gaza] y tienen que condenar y pasar un paso más de la condena, presionar a Israel», aseguró Burini.
Como muestra de que el mundo despertando y da su respaldo a Palestina, en abril cientos de universitarios en Estados Unidos y París instalaron campamentos para dar su apoyo. Hubo disturbios, arrestos y expulsiones.
«Nos sentimos orgullosos, fueron manifestaciones dignas y nobles, en la que la juventud norteamericana ha visto la realidad. Ahora están saliendo a favor del pueblo palestino, a favor de una solución pacífica, justa y duradera de este conflicto que lleva más de 70 años», felicitó el embajador.
«Están protestando a favor de la paz y justicia y que haya un Estado palestino independiente a la par del Estado de Israel», añexó.
Mientras la población exige un cambio y países como España, Irlanda y Noruega reconocen a Palestina como Estado, Israel se queda sin aliados para la guerra.
Una investigación publicada por «The Guardian» reveló que el exjefe de la agencia de inteligencia exterior de Israel (Mossad), Yossi Cohen, supuestamente amenazó en reuniones secretas a la exfiscal jefe de la Corte Penal Internacional (CPI), Fatou Bensouda, para frenar la investigación sobre crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad en los territorios palestinos ocupados.
Según el medio de comunicación británico, esto ocurrió antes de abrir la investigación en 2021 y el proceso culminó cuando el sucesor de Bensouda, Karim Khan, anunció que buscaba una orden de arresto para el primer ministro israelí Netanyahu por la conducta de ese país en su guerra en Gaza. «Están amenazando a los fiscales y los jueces de la Corte Penal Internacional de retirar el visado, amenazándolos a ellos y sus familiares, esto al final es un estado terrorista, estado de chantajistas y de maras», se refirió el embajador.