El baño de la Santa Cruz es una tradición que los católicos hacen todos los años en el distrito de Chinameca, en San Miguel Oeste, así como en otras poblaciones del oriente del país.
A las 6:00 a. m. la Santa Cruz es llevada en procesión desde la parroquia de San Juan Bautista de Chinameca hasta el pozo del barrio San Juan, a unos 20 minutos de distancia.
«La Cruz no es signo de derrota, es signo de un amor profundo» dijo el párroco Francisco Ismael Pérez.
Ana Julia Romero, de 66 años, contó que siempre ha acompañado esta tradición. «Para mí es un privilegio venir, me siento bien, me gusta caminar y cuando no tengo para el pasaje, me vengo caminando desde [el municipio de ] Nueva Guadalupe, yo me siento bendecida» expresó.
Una vez lavada y secada, la cruz es forrada con hojas de tempique y luego llevada a la parroquia, para luego ser trasladada a la iglesia El Calvario y la colocan junto a otras imágenes que formarán parte del Viacrucis que regresará a la parroquia.