Pekín, un estrecho socio económico y diplomático de Moscú, no ha expresado hasta ahora ni su apoyo ni su desaprobación a la invasión rusa y ha pedido contención a todas las partes. Pero los países occidentales instan al gigante asiático a dejar clara su oposición.
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, denunció el miércoles «el apoyo político prestado a Rusia por China, incluso mediante la difusión de mentiras y desinformación» a través de sus medios oficiales.
Stoltenberg repitió una acusación no demostrada de Estados Unidos sobre «la posibilidad de que Pekín esté prestando apoyo material a la invasión de Ucrania» e instó a China a «unirse al resto del mundo para pedir el fin inmediato y pacífico de esta guerra».
«Acusar a China de desinformación sobre Ucrania es una desinformación en sí misma», dijo Wang Wenbin, portavoz del Ministerio de Exteriores chino, en una conferencia de prensa.
«Estados Unidos y la OTAN deben dialogar con Rusia para desenredar el nudo de la crisis ucraniana. Para resolver una crisis, debemos estar tranquilos y ser racionales, no echar leña al fuego», añadió.
China se presenta como potencia neutral y posible mediadora en la crisis. «Siempre hemos defendido que Ucrania sea un puente entre Oriente y Occidente, y no la vanguardia de un juego de grandes potencias», argumentó Wang Wenbin.