Claudia Benítez comenzó a bordar a mano sus prendas de vestir y las de su familia como una distracción durante los primeros meses de la pandemia de la COVID-19, que generó un período de cuarentena domiciliar para contener el avance de casos.
Sin embargo, con el paso del tiempo esta ocupación de la cuarentena se ha convertido en un emprendimiento, pues sus prendas bordadas con hilo han llamado la atención de las personas que la conocen en Anamorós, La Unión, donde reside.

Claudia diseña el bordado que el cliente prefiere en camisas, bolsos, gorras, mantas y en todo tipo de prendas que le pidan. Los diseños pueden ir desde una letra en una camisa hasta la silueta de una persona en cualquier prenda.
«Prácticamente he aprendido sola. Cuando estaba pequeña veía a mi mamá bordar, pero nunca me puse a hacerlo. En la pandemia tuve la necesidad de hacer algo, me puse a ver videos y estuve practicando con prendas propias hasta que agarré práctica», comenta la joven.

Al notar el interés de las personas en sus prendas, Claudia decidió crear páginas en Instagram y Facebook con el nombre de Puntaditas, y desde allí promociona y ofrece sus creativos bordados con hilo, los cuales elabora por encargos.
Los precios varían según el pedido del cliente. El tiempo de un bordado puede llevarle desde cinco horas hasta cuatro días, dependiendo de los diseños.
Claudia disfruta de hacer sus bordados en su tiempo libre, ya que también trabaja en el área de atención al cliente de una empresa que provee el servicio de internet.